El océano Pacífico ha dado lugar a una nueva amenaza: el fenómeno meteorológico Lorena, que inicialmente fue clasificado como tormenta tropical, ha evolucionado a huracán categoría 1 en la escala Saffir-Simpson. Este miércoles, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) advirtió sobre las severas condiciones climáticas que Lorena traerá consigo en las próximas horas, afectando principalmente al noroeste y occidente de México.
A las 06:00 hora local (12:00 GMT), el huracán se encontraba a aproximadamente 165 kilómetros al suroeste de Cabo San Lucas, Baja California Sur, con vientos máximos sostenidos de 120 km/h y rachas que alcanzan los 150 km/h. Lorena se desplaza hacia el noroeste a 24 km/h, y sus bandas nubosas ya están generando lluvias intensas, vientos fuertes y oleajes peligrosos en varias regiones del país.
Las autoridades han emitido alertas ante la posibilidad de lluvias puntuales intensas, que podrían provocar encharcamientos, deslaves e inundaciones en Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Nayarit y Jalisco. Se espera que el oleaje alcance alturas de hasta 5.5 metros en las costas de Baja California Sur, representando un riesgo significativo para las comunidades costeras.
El SMN ha instado a la población a seguir las recomendaciones de Protección Civil y mantenerse informada, ya que las condiciones climáticas adversas podrían reducir la visibilidad y afectar la seguridad en las carreteras y zonas urbanas.
Este fenómeno se suma a una temporada activa de ciclones en el Pacífico mexicano, donde se prevén hasta 20 ciclones con nombre, de los cuales entre cuatro y seis podrían alcanzar categorías 3, 4 o incluso 5. La última tormenta de gran impacto, el huracán Erick, dejó un rastro de destrucción en Oaxaca y Guerrero en junio pasado.