Los perros no solo son “el mejor amigo del hombre”, también han sido el compañero de viaje de la humanidad durante al menos 10 mil años. Así lo revelan dos investigaciones recientes publicadas en la revista Science, que analizan ADN antiguo y restos arqueológicos para reconstruir la profunda relación entre humanos y perros desde el Holoceno.
El primer estudio, de carácter genómico, muestra que los perros acompañaban a los grupos humanos en sus migraciones intercontinentales, instalándose junto a ellos en Europa, Asia y el Ártico. Lejos de ser simples animales domésticos, estos canes formaban parte de las sociedades humanas, compartiendo rutas, paisajes y modos de vida.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores secuenciaron 17 genomas de perros antiguos, procedentes de yacimientos en Siberia, la estepa euroasiática y el noroeste de China, con edades entre 9,700 y 870 años. Los datos fueron comparados con 57 genomas antiguos ya publicados, 160 de perros modernos y 18 genomas humanos.
El análisis reveló un patrón claro:
los movimientos de los perros coincidían con las migraciones de cazadores-recolectores, agricultores y pastores, e incluso podían ser intercambiados entre comunidades con ancestrías distintas. Los perros viajaban, se adaptaban y fluían entre culturas, del mismo modo que lo hacían sus dueños.
Una diversidad sorprendente desde tiempos remotos
El segundo estudio, con participación de investigadores de España, arroja nueva luz sobre la diversidad física de los perros antiguos. Contrario a la creencia de que la variedad de razas actuales es fruto exclusivo de la cría intensiva de los últimos siglos, los resultados muestran que los perros ya eran morfológicamente diversos hace más de 10 mil años.
El equipo científico realizó un análisis morfométrico en 3D de 643 cráneos de cánidos, cubriendo un periodo de 50 mil años. Mediante escaneo láser y fotogrametría, compararon estructuras craneales entre perros antiguos, perros modernos y lobos del Pleistoceno.
Los hallazgos muestran que en el Holoceno temprano ya existían características craneales distintivas que hoy asociamos a los perros domésticos, como lo demuestran restos de 10,800 años recuperados en Rusia. Aunque los perros de entonces eran más pequeños y menos variados que los actuales, su diversidad era notable:
- Exhibían aproximadamente la mitad del rango morfológico de los perros modernos.
- Mostraban el doble de variación encontrada en los lobos antiguos.
Es decir, mucho antes de la cría selectiva moderna, los perros ya mostraban una impresionante capacidad de adaptación y diversidad.