El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció este jueves que buscará la reelección en 2026, lo que representaría su cuarto mandato no consecutivo al frente del país sudamericano.
“Tengo 80 años, pero pueden estar seguros de que tengo la misma energía que tenía cuando tenía 30. Y voy a postularme para un cuarto mandato en Brasil”, declaró Lula durante una conferencia con periodistas en Yakarta, Indonesia, donde realiza una visita oficial.
El líder brasileño se encuentra en una gira por Asia que incluye paradas en Indonesia y Malasia, donde participará en la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN). Medios brasileños informaron que el mandatario también se reunirá con el presidente estadounidense Donald Trump en Malasia el próximo domingo, tras una llamada conciliatoria a principios de mes. Se espera que ambos discutan el arancel del 50% impuesto por Washington a las exportaciones brasileñas, una medida que ha tensado la relación bilateral.
La Constitución brasileña permite un máximo de dos mandatos consecutivos, pero no impide que un expresidente regrese al poder tras un periodo fuera del cargo. Lula, quien retornó a la presidencia en 2023 después de 13 años, sigue siendo legalmente elegible para postularse de nuevo.
Antes de su victoria sobre Jair Bolsonaro en 2022, Lula había dicho que esa sería su última campaña, tanto por su edad como por su deseo de promover una renovación política en el país. Sin embargo, durante los primeros meses de su actual gestión comenzó a dejar abierta la posibilidad de volver a competir, asegurando en 2023 que su decisión dependería del contexto político y de su salud.
Considerado una figura central de la izquierda latinoamericana, Lula es el presidente con más años en el poder desde el retorno de la democracia en Brasil hace cuatro décadas. Pese a haber enfrentado problemas de salud —incluida una cirugía de emergencia por una hemorragia cerebral tras una caída en 2024—, el mandatario afirma mantenerse en buena forma y frecuentemente publica videos de sus rutinas de ejercicio en redes sociales.
De acuerdo con las encuestas más recientes, Lula encabeza la intención de voto rumbo a 2026, aunque cerca de la mitad de los brasileños desaprueban su gestión. Su popularidad se ha fortalecido recientemente tras el choque comercial con Estados Unidos, que reavivó el sentimiento nacionalista en su favor.
Su antiguo rival, Jair Bolsonaro, fue inhabilitado políticamente y condenado a 27 años de prisión por su papel en el intento de golpe de Estado de 2023. Sin un opositor de peso actualmente en el panorama, los analistas sostienen que un candidato competitivo de la derecha dependerá del respaldo de Bolsonaro, quien cumple su condena bajo arresto domiciliario.
Con este anuncio, Lula da Silva busca prolongar su legado político y consolidar su influencia en un Brasil marcado por la polarización, los desafíos económicos y la búsqueda de estabilidad en el escenario internacional.