Redacción
Guerrero.- Tras la violenta jornada que se vivió el sábado pasado en Chilpancingo, Guerrero, la mañana de este lunes 10 de julio un grupo numeroso de manifestantes bloqueó la Autopista del Sol y se enfrentó violentamente con agentes estatales y efectivos de la Guardia Nacional.
Según los primeros reportes, fueron aproximadamente unos 5 mil pobladores de la zona sur de Chilpancingo, como Mochitlán, Quechultenango y Juan R. Escudero (al parecer zona de operación del grupo criminal Los Ardillos); los que se enfrentaron con alrededor de 700 elementos de la Policía Estatal y de la Guardia Nacional (GN) que se encontraban detrás de vallas metálicas de contención.
El grupo de personas que pretendía llegar desde el kilómetro 278 de la carretera al Parador del Marqués protestaron por la detención de dos dirigentes transportistas de la ruta Río Azul que fueron detenidos la semana pasada por elementos de la Policía estatal por presuntos delitos del fuero federal.
Primeras versiones indicaron que los manifestantes habrían tomado como rehenes a dos policías estatales, además de agredir con palos, piedras y machetes un vehículo blindado tipo “Mamba Negra” de la Policía Estatal, así como a los efectivos que se encontraban detrás de los fierros utilizados como muros de contención, que no consiguieron detener el paso de los protestantes hacia el Marqués.
Tras la violenta jornada que se vivió el sábado pasado en Chilpancingo, Guerrero, la mañana de este lunes 10 de julio un grupo numeroso de manifestantes bloqueó la Autopista del Sol y se enfrentó violentamente con agentes estatales y efectivos de la Guardia Nacional.
Según los primeros reportes, fueron aproximadamente unos 5 mil pobladores de la zona sur de Chilpancingo, como Mochitlán, Quechultenango y Juan R. Escudero (al parecer zona de operación del grupo criminal Los Ardillos); los que se enfrentaron con alrededor de 700 elementos de la Policía Estatal y de la Guardia Nacional (GN) que se encontraban detrás de vallas metálicas de contención.
El grupo de personas que pretendía llegar desde el kilómetro 278 de la carretera al Parador del Marqués protestaron por la detención de dos dirigentes transportistas de la ruta Río Azul que fueron detenidos la semana pasada por elementos de la Policía estatal por presuntos delitos del fuero federal.
Primeras versiones indicaron que los manifestantes habrían tomado como rehenes a dos policías estatales, además de agredir con palos, piedras y machetes un vehículo blindado tipo “Mamba Negra” de la Policía Estatal, así como a los efectivos que se encontraban detrás de los fierros utilizados como muros de contención, que no consiguieron detener el paso de los protestantes hacia el Marqués.
Así se vive este lunes en Chilpancingo, luego de que el sábado distintos hechos de violencia dejaran un saldo de cinco choferes de taxi asesinados, dos de ellos calcinados, y cinco heridos, entre ellos dos mujeres.
Las autoridades señalaron la pugna territorial entre los grupos criminales de los Ardillos y los Tlacos como la razón principal de la violencia, así como la detención el pasado jueves de un líder transportista, presuntamento cabecilla del grupo criminal los Ardillos, porque presuntamente transportaba droga, cargadores y cartuchos.
En los días previos al estallido violento, concretamente el miércoles por la mañana, se difundieron un video y fotografías en las que aparece la alcaldesa Norma Otilia Hernández junto a Celso Ortega, uno de los jefes de los Ardillos.
En una parte del video se escucha que la alcaldesa pregunta: “¿Cuál es la situación? ¿Cómo puedo ayudarte? No me interesa a qué te dedicas”. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó en su conferencia mañanera del viernes 7 de julio que se iba investigar a la alcaldesa y aseguró que no habrá impunidad y que se aplicará la ley “sea quien sea”.
La presidenta municipal Norma Otilia, por su parte, respondió este lunes a las declaraciones del presidente y dejó en claro que no va renunciar a su cargo por los hecho violentos que re registraron el fin de semana en Chilpancingo. Incluso atribuyó dichos episodios de violencia a “fuerzas oscuras y perversas”.
Un informe publicado por The International Crisis Group en 2020 sobre la violencia en Guerrero indica que en el estado operan al menos 40 grupos criminales que se disputan el territorio. Entre estas células se encontrarían Los Ardillos.
Su centro de operaciones se ubica en los municipios de Chilapa y Joaquín Herrera. Al principio de su creación, que se remonta hace más de dos décadas, se dedicaron al secuestro y la extorsión. Con el paso del tiempo incursionaron en actividades del narcotráfico en la región de La Montaña en Guerrero.