A diciembre de 2025, todas las entidades federativas de México han legalizado el matrimonio igualitario, culminando un proceso que inició hace más de una década y que se consolidó este 4 de diciembre con la aprobación en Guanajuato, el último estado en sumarse a este reconocimiento de derechos civiles.
Con ello, el derecho a contraer matrimonio sin distinción de sexo o género queda totalmente reconocido en los 31 estados y la Ciudad de México, tras un camino que incluyó reformas legales, resoluciones judiciales y órdenes ejecutivas. La decisión de Guanajuato fue avalada por mayoría con 25 votos a favor y 9 en contra, e implicó sustituir los términos “marido y mujer” por “personas cónyuges” en la legislación local, en congruencia con los criterios de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Durante la discusión, la diputada Sandra Alicia Pedroza Orozco, de Movimiento Ciudadano, destacó que la reforma garantiza el derecho a amar sin discriminación. En contraste, la legisladora Susana Bermúdez Cano, del PAN, afirmó que la normativa ya ofrecía igualdad de trato y que no era necesario modificar “instituciones fundamentales”. Por su parte, el diputado Jorge Arturo Espadas Galván, también del PAN, reconoció la importancia de respetar la dignidad y los derechos de todas las personas, aunque la bancada mantuvo una votación dividida.
El caso de Guanajuato refleja la heterogeneidad de mecanismos utilizados en el país para reconocer el matrimonio igualitario. Algunas entidades avanzaron mediante sus congresos, mientras que otras recurrieron a sentencias judiciales o decretos ejecutivos. Chihuahua lo permitió desde 2015 por orden ejecutiva; Aguascalientes reconoció estas uniones por una sentencia del 2019; Quintana Roo las validó desde 2012 al determinarse que su legislación no restringía el género de los contrayentes; y Chiapas reconoció este derecho en 2017 mediante resolución judicial, antes de su reforma formal en 2024.
El proceso inició en 2010 con la Ciudad de México, a la que siguieron estados como Quintana Roo (2012), Coahuila (2014) y Chihuahua (2015). En años recientes, Jalisco, Durango y Tamaulipas completaron sus reformas en 2022, impulsadas por la presión social, el activismo y el trabajo legislativo en favor de la igualdad.
De acuerdo con el Inegi, los matrimonios igualitarios muestran un crecimiento continuo: pasaron de 689 registros en 2010 a 4 mil 341 en 2021. En contraste, los matrimonios heterosexuales disminuyeron de 568 mil 632 a 448 mil 774 en el mismo periodo. Los divorcios —incluidos los de parejas del mismo sexo— llegaron a 441 casos en 2021.
Con la aprobación en Guanajuato, México se posiciona como uno de los países latinoamericanos donde el matrimonio igualitario es una realidad en la totalidad de su territorio, consolidando un compromiso nacional con la igualdad y los derechos humanos.