Redacción
México.- Este 19 de septiembre, México realizó un histórico simulacro nacional de un terremoto, marcando un año desde que el país enfrentó uno de los sismos más intensos registrados en su historia, con una magnitud de 7.7. El simulacro coincidió con el aniversario de los devastadores temblores de 1985 y 2017, que dejaron una profunda huella en la memoria del país.
El objetivo principal de este simulacro masivo fue concienciar a la población sobre la constante amenaza sísmica que enfrenta México y asegurarse de que esté preparada para actuar en caso de un desastre real. Más de 9 millones de personas y al menos 119,000 empresas participaron en este ejercicio a nivel nacional.
Hoy recordamos los momentos aciagos de los sismos del 19 de septiembre de 1985 y de 2017. Abrazos a los familiares de las víctimas.
También participamos en el Segundo Simulacro Nacional 2023 convocado por la Coordinación Nacional de Protección Civil. pic.twitter.com/9rtI3mV5tg
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) September 19, 2023
Humberto González Arroyo, director táctico operativo de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil del Gobierno de la Ciudad de México, destacó la importancia de que la ciudadanía esté informada y preparada para afrontar una emergencia.
En el emblemático Zócalo de la Ciudad de México, se llevaron a cabo dos escenarios simultáneos durante el simulacro: uno representando el derrumbe de una casa y otro la fuga de gas de un vehículo. Todas las herramientas utilizadas durante el ejercicio están listas para ser empleadas en caso de una emergencia real.
El simulacro se basó en un escenario hipotético de un sismo de magnitud 8 con epicentro en Acapulco, una ciudad costera del sur de México. Este evento recordó a los mexicanos la importancia de estar preparados para hacer frente a situaciones de alta magnitud, como el terremoto de 1985, que dejó oficialmente 3,192 muertos, aunque se estima que las víctimas superaron las 20,000.
El 19 de septiembre de 2017, 32 años después del devastador temblor de 1985, México fue sacudido por otro sismo de gran magnitud. Este recordatorio trágico ocurrió poco después del simulacro anual y se convirtió en uno de los sismos más destructivos de la historia reciente del país.
El evento de este año se llevó a cabo bajo un ambiente de tensión, con muchas personas manifestando su miedo en las redes sociales y en las calles, especialmente al escuchar la alerta sísmica. Sin embargo, también sirvió como un recordatorio de la importancia de la preparación y la conciencia pública en situaciones de emergencia.
El simulacro fue el resultado de cinco años de coordinación entre diversas dependencias federales y locales, con el objetivo de demostrar las capacidades y preparación del país ante un desastre. La población fue alentada a seguir las instrucciones durante los simulacros para conocer los protocolos y estar mejor preparada en caso de futuros eventos sísmicos.
Este día de recuerdo y preparación, que coincidió con el aniversario de los terremotos más devastadores en la historia reciente de México, dejó claro que la conciencia y la preparación son herramientas vitales para salvar vidas en un país propenso a los sismos.