En México, la tasa de jóvenes que no estudian ni trabajan (NEET, por sus siglas en inglés) se ubica en 16.6% en 2025, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La cifra resulta preocupante, pues refleja que casi uno de cada seis jóvenes mexicanos de entre 15 y 24 años se encuentra fuera tanto del sistema educativo como del mercado laboral.
El informe advierte que las mujeres son mayoría en esta condición: mientras 23.8% de ellas no estudian ni trabajan, en el caso de los hombres el porcentaje se reduce a 9.3%.
A nivel comparativo, México supera a países como España (10.1%), Estados Unidos (11.6%) y Chile (13.8%), aunque está por debajo de Colombia (23.2%). En Argentina, la tasa es similar a la mexicana, con 16.3%.
La OIT subrayó que esta situación sigue siendo un problema global, especialmente para las mujeres jóvenes, cuya tasa mundial en 2024 alcanzó 28%.
Recomendaciones de la OIT
El organismo internacional instó a los gobiernos a adoptar un enfoque integral de políticas de empleo, que no sólo aborde la educación y la formación, sino también la generación de oportunidades laborales y la eliminación de barreras de género.
Entre las medidas sugeridas destacan:
- Programas de formación adaptados a las necesidades empresariales, para responder a la demanda real de talento.
- Servicios de intermediación laboral, que reduzcan los costos de búsqueda y vinculen a jóvenes con vacantes.
- Programas públicos de empleo con apoyos a los ingresos y puestos temporales, sobre todo en épocas de crisis.
- Subsidios salariales e incentivos a la contratación, para mantener empleos y facilitar transiciones hacia industrias del futuro.
- Apoyo al autoempleo, que permita a los jóvenes generar ingresos de manera independiente.
La OIT advirtió que ignorar a esta generación puede tener efectos sociales y económicos a largo plazo, pues el desempleo juvenil, sumado a la falta de educación y capacitación, limita las oportunidades de crecimiento y aumenta la vulnerabilidad de millones de jóvenes.