La presidenta Claudia Sheinbaum anunció este miércoles un aumento del 13% al salario mínimo para 2026, el segundo incremento de su administración y parte de la estrategia para que, en 2030, los ingresos básicos permitan comprar hasta 2.5 canastas alimentarias. El acuerdo contó con el respaldo del sector empresarial, los sindicatos y el Gobierno federal, un consenso que la mandataria calificó como “una muy buena noticia”.
Con este ajuste, el salario mínimo nacional pasará de 278.8 a 315.04 pesos diarios a partir de enero de 2026. En la Zona Libre de la Frontera Norte, el ingreso se elevará de 419.88 a 440.87 pesos diarios. En términos mensuales, esto equivale a 9 mil 582.47 pesos en el resto del país y 13 mil 409 pesos en la región fronteriza.
El incremento supera más de tres veces la inflación prevista, que en la primera quincena de noviembre se ubicó en 3.61%. La decisión ocurre en un contexto en el que el salario mínimo ha mostrado una recuperación sin precedentes: desde 2018 ha aumentado 154% en términos reales, luego de décadas de estancamiento.
El secretario del Trabajo y Previsión Social, Marath Bolaños, destacó que 8.5 millones de trabajadores serán beneficiados de manera directa. Señaló además que el poder adquisitivo del salario mínimo se encuentra en su nivel más alto desde 1980, superando incluso los máximos históricos alcanzados en la frontera norte en 1976. También informó que el salario promedio real de los trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha crecido 27.5% desde 2018.
Por parte del sector empresarial, Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, celebró el acuerdo, al subrayar que refleja el esfuerzo conjunto por fortalecer el diálogo social y mejorar el nivel de vida de millones de familias mexicanas. Destacó que el reto a futuro será mantener el crecimiento del empleo formal y garantizar un entorno favorable para la productividad y la estabilidad de las empresas.
Con este nuevo incremento, el Gobierno busca consolidar una política salarial que deje atrás el rezago acumulado por más de tres décadas y que siente las bases para una mejora sostenida del bienestar económico de los trabajadores en todo el país.