La jornada laboral en México está por entrar en una nueva etapa histórica. A partir de 2027 comenzará una reducción gradual del horario de trabajo, que disminuirá dos horas cada año hasta llegar a las 40 horas semanales en enero de 2030. La medida, impulsada por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, busca mejorar la calidad de vida de las y los trabajadores, a la par de fortalecer la productividad y la cohesión social en el país.
Marath Bolaños, secretario del Trabajo, informó que esta iniciativa es resultado de casi cinco meses de análisis que incluyeron más de 40 foros y mesas de trabajo, con la participación de más de 2 mil representantes del sector laboral, empresarial y académico. El funcionario destacó que este proceso permitió construir una propuesta sólida que atiende tanto las necesidades de la fuerza laboral como los retos económicos del país.
Entre los beneficios esperados de la reducción a 40 horas semanales, Bolaños detalló mejoras en la productividad, la salud física y emocional de los trabajadores, así como un mayor equilibrio entre la vida personal y laboral. También se prevé un impacto positivo en la cohesión social al permitir más tiempo libre para actividades familiares, recreativas y de formación.
La reforma, que quedará inscrita tanto en la Constitución como en la Ley Federal del Trabajo, garantiza que la nueva jornada no implicará disminución de sueldos, salarios ni prestaciones. Además, prohíbe que menores de edad laboren horas extra y establece límites estrictos: la suma de horas ordinarias y extraordinarias no podrá exceder las 12 horas en un solo día.
El año 2026 funcionará como periodo de adecuación para empresas y trabajadores, mientras que la iniciativa será enviada al Congreso de la Unión para su análisis y eventual aprobación durante ese mismo año. Si el proceso legislativo avanza conforme a lo previsto, México dará un paso firme hacia una jornada laboral más humana, moderna y compatible con estándares laborales internacionales.
Con esta reforma, el país se encamina hacia un modelo que busca devolver “tiempo de vida” a millones de personas que sostienen la economía nacional.