México detectó la presencia de 335 migrantes irregulares provenientes de Rusia entre enero y agosto de 2024, según datos de la Unidad de Política Migratoria del Gobierno mexicano. Este incremento coincide con un récord histórico de más de 925 mil personas de distintas nacionalidades que ingresaron de manera irregular al país en ese periodo.
Uno de estos migrantes es Tajir, un exintegrante de las Fuerzas Especiales de Rusia, quien escapó de su país natal para evitar participar en la guerra contra Ucrania. Desde Tapachula, Chiapas, la ciudad fronteriza donde reside desde hace más de siete meses, Tajir relata su historia con la esperanza de obtener asilo en México.
«Serví en las fuerzas especiales hace 14 años y no quiero participar en la guerra contra Ucrania porque ellos están defendiendo su territorio. No quiero disparar a personas que defienden su hogar, no quiero vivir con eso después en mi cabeza. Si la guerra terminara, regresaría», comentó Tajir a la agencia EFE.
Tajir inició su ruta migratoria en Kazajstán, luego pasó por Kirguistán y Argentina antes de llegar a México. En Tapachula, ha encontrado una forma de sobrevivir cantando en las calles con el español que ha aprendido. «Quiero vivir en México, trabajar como profesor de Física-Matemática como antes en Rusia. Ahora estoy cantando tres veces por semana y otros días estoy aprendiendo español. Necesito mejorar para encontrar un empleo estable», expresó.
Sin embargo, su solicitud de refugio ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) fue rechazada. A pesar de esto, Tajir asegura que no planea cruzar hacia Estados Unidos, sino establecerse en México, donde algunos ciudadanos locales ya han comenzado a apoyarlo.
Aumento de migrantes rusos LGBTI
El flujo de migrantes rusos no solo incluye a personas que huyen de la guerra, sino también a integrantes de la comunidad LGBTI que enfrentan una creciente persecución en su país de origen. Casa Frida, una organización que brinda refugio a migrantes LGBTI en México, ha registrado un notable aumento de ciudadanos rusos desde el inicio de la guerra en Ucrania en febrero de 2022.
Cristian Andrade, consultor de Casa Frida, señaló que el número de personas rusas que buscan apoyo ha crecido de manera exponencial. «Antes llegaban una o dos personas por año, pero ahora vemos una o dos por mes. Esto es resultado del recrudecimiento de las políticas discriminatorias impulsadas por el presidente Vladímir Putin», explicó Andrade.
Uno de los beneficiarios de Casa Frida es Anatoly, un ciudadano ruso que huyó a México y ahora colabora como traductor voluntario en la organización. Anatoly escapó de San Petersburgo a finales de 2022 y asegura que su corazón ahora «pertenece a México».
«Tenía amigos aquí. Ciudad de México era una opción, ni la mejor ni la peor», relató. Actualmente, Anatoly cuenta con un visado de residente temporal, trabaja en una empresa mexicana y estudia español. Su deseo es obtener la nacionalidad mexicana en los próximos cinco años.
A diferencia de otros migrantes, Anatoly no considera a México un lugar de paso hacia Estados Unidos, sino un destino definitivo. «Muchos migrantes rusos ven a México como un país de espera, pero yo ya me siento un poco más mexicano que ruso. Voy a ser chilango», dijo entre risas.
La creciente presencia de migrantes rusos en México evidencia los múltiples factores que impulsan la migración global, desde conflictos bélicos hasta la búsqueda de seguridad y respeto por los derechos humanos.