La invasión rusa en Ucrania, que ya supera los mil días, ha dejado un saldo de 12,162 civiles muertos, incluidos 659 menores de edad, y 26,919 heridos, según un informe actualizado de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH).
Jeremy Laurence, portavoz de la oficina, destacó que en los últimos días, al menos 30 civiles han perdido la vida en ataques rusos contra las ciudades de Sumi, Odesa y Glujov. «Han sido mil días de dolor y sufrimiento sin sentido. Las violaciones de los Derechos Humanos son constantes, tanto en el campo de batalla como en las zonas bajo ocupación», señaló.
Daños en infraestructura crítica
El lunes, Danielle Bell, jefa de la misión de observación de Derechos Humanos de la ONU en Ucrania, visitó Zaporiyia, donde recientes bombardeos rusos han afectado gravemente a zonas urbanas. Entre los sitios alcanzados se encuentra un centro oncológico bombardeado el pasado 7 de noviembre mientras decenas de pacientes recibían tratamiento de quimioterapia.
«Estas armas, que transportan grandes cantidades de material explosivo, causan un devastador número de víctimas cuando impactan en áreas pobladas», explicó Laurence, quien subrayó la necesidad de reparar con urgencia los daños en infraestructuras médicas y civiles esenciales.
Llamado a la protección de los civiles
El Alto Comisionado de la ONU reiteró su llamado a todas las partes involucradas en el conflicto para garantizar la seguridad de la población civil y llevar a cabo investigaciones imparciales sobre violaciones de derechos humanos. «La violencia debe cesar, por el bien del pueblo de Ucrania, del pueblo de Rusia y del mundo entero», declaró Laurence.
Además, instó a las autoridades rusas a detener de inmediato las hostilidades, retirar sus tropas y cumplir con las normas establecidas en la Carta de Naciones Unidas, las órdenes de la Corte Internacional de Justicia y el derecho internacional humanitario.
Un conflicto que marca al mundo
La invasión rusa en Ucrania, iniciada en febrero de 2022, ha generado una crisis humanitaria de gran escala, desplazando a millones de personas y devastando comunidades enteras. La comunidad internacional sigue condenando las acciones rusas, mientras los llamados a la paz se vuelven cada vez más urgentes en un conflicto que parece no tener fin cercano.