El senador colombiano Miguel Uribe muere tras un atentado. Un joven de 15 años le disparó en un evento político en Bogotá. La frase clave de enfoque corta que define este suceso es «atentado contra el senador Miguel Uribe«. Uribe, de 39 años, aspiraba a la presidencia por el partido Centro Democrático. El ataque, grabado y difundido en redes, conmocionó al país.
Uribe, herido de bala en la cabeza y pierna, murió tras dos meses de lucha. La clínica Santa Fe de Bogotá, donde recibió atención, confirmó su fallecimiento. La noticia impactó a Colombia, recordando la violencia política de décadas pasadas. En aquel entonces, el país vivió el asesinato de cuatro candidatos presidenciales.
El presidente Gustavo Petro lamentó la pérdida y pidió justicia. Declaró que la vida está por encima de cualquier ideología. La vicepresidenta, Francia Márquez, llamó a la unión y al rechazo de la violencia. La democracia, dijo, se construye con diálogo y respeto, no con balas.
Las autoridades investigan el atentado y ofrecen una recompensa por información. Estados Unidos, Inglaterra y Emiratos Árabes apoyan en la investigación. El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, prometió capturar a los responsables.
El asesinato de Uribe deja un vacío en la política colombiana. Su voz crítica hacia el gobierno de Petro y su lucha contra el narcotráfico marcaron su carrera. Colombia exige justicia y que la violencia política no quede impune.