El Mundial Sub-20 de la FIFA quedó marcado por un hecho histórico: en el duelo entre Corea del Sur y Ucrania se utilizó por primera vez en el futbol varonil la tarjeta verde, un recurso que permite a los entrenadores solicitar revisiones de jugadas a través del sistema Football Video Support (FVS), distinto al actual VAR.
El encuentro se disputaba con ventaja de 2-0 para Ucrania, cuando el técnico surcoreano Lee Chang-Won pidió la primera revisión al entregar la tarjeta verde al cuarto árbitro. Reclamaba un posible penalti dentro del área, pero tras observar la repetición en la pantalla, el silbante determinó que no había elementos suficientes para sancionar la falta y mantuvo su decisión.
En la segunda mitad, cuando Corea del Sur descontó con un gol de Ham Sun-Woo, el técnico ucraniano utilizó también su tarjeta verde. La jugada fue revisada y, tras la revisión, el árbitro anuló la anotación por un fuera de juego milimétrico.
¿Cómo funciona la tarjeta verde?
Cada entrenador dispone de dos oportunidades por partido para solicitar revisiones mediante la tarjeta verde. Esta debe mostrarse de inmediato tras la jugada que se desea revisar. A diferencia del VAR, el FVS no cuenta con árbitros asistentes en cabina: es únicamente el juez central quien analiza la acción en la pantalla antes de tomar la decisión final.
El sistema ya había sido estrenado en el pasado Mundial Sub-20 Femenil de Colombia, pero en esta ocasión debutó en la rama varonil con decisiones que resultaron adversas para Corea del Sur, que finalmente cayó 2-1 ante Ucrania.
Con esta innovación, la FIFA busca evaluar nuevas herramientas tecnológicas que otorguen mayor transparencia y participación estratégica a los entrenadores, aunque su implementación definitiva dependerá de los resultados y la aceptación en torneos internacionales.