La NASA ha definido la energía de fisión como la principal fuente de energía para las misiones tripuladas en la superficie de Marte, al considerarla una solución confiable y eficiente frente a las condiciones extremas del planeta, como ciclos de día y noche prolongados y las frecuentes tormentas de polvo.
En una reciente actualización de su hoja de ruta hacia la exploración humana de la Luna y Marte, la agencia espacial estadounidense identificó esta tecnología como la primera de siete decisiones clave necesarias para la viabilidad de futuras expediciones al Planeta Rojo. La fisión nuclear, utilizada en centrales terrestres, ofrece estabilidad energética a largo plazo, un aspecto fundamental para mantener operativos los sistemas vitales y las actividades de las tripulaciones en Marte.
Además, la NASA incluyó en su documento técnico una lista de decisiones arquitectónicas prioritarias que deben resolverse anticipadamente, al ser cruciales para la planificación de la exploración interplanetaria. Dentro de este marco, se agregaron dos nuevos elementos a la arquitectura lunar del programa Artemis:
- Un módulo de aterrizaje de carga en la superficie lunar, que permitirá transportar suministros logísticos, sistemas de comunicación, y cargas útiles científicas y tecnológicas.
- Un hábitat inicial en la superficie lunar, diseñado para alojar a astronautas y ampliar las capacidades de exploración al incrementar la duración, el alcance y el tamaño de las misiones tripuladas.
La NASA destacó en el documento la importancia del mapeo de decisiones: un proceso que prioriza la toma de decisiones clave al inicio de la planificación, asegurando un impacto positivo en las fases siguientes del desarrollo tecnológico y operativo.
La actualización también subraya las oportunidades tecnológicas que derivan de esta arquitectura, al orientar a las organizaciones de investigación y desarrollo a concentrarse en innovaciones críticas para lograr el objetivo final: la exploración humana sostenible de la Luna y, posteriormente, de Marte.
Con esta estrategia, la NASA avanza en la construcción de un camino sólido hacia el establecimiento de bases permanentes en la superficie lunar y el envío de astronautas al planeta rojo, objetivos que representan un salto histórico en la exploración espacial humana.