Redacción
México.- Versiones de testigos apuntan a que alrededor de las 2:00 horas, un comando entró a la nave H para disparar con armas cortas a un grupo de comerciantes, rociar gasolina en su negocio y prenderle fuego.
Los responsables huyeron sin que el personal de seguridad privada interviniera.
Otros locatarios reportaron el incendio, por lo que personal de Protección Civil y Bomberos de Toluca acudieron a la zona para sofocar el fuego, que ya se había extendido a locales contiguos, y encontraron a las ocho personas sin vida. Dos víctimas más fueron trasladadas a un hospital, pero una de ellas murió al recibir atención médica.
La Secretaría de Seguridad del Estado de México detuvo a cuatro elementos de seguridad privada de la Central de Abasto para investigar por qué, tras el ataque, no presionaron el botón que los conecta en tiempo real al C5 y por qué no permitían el ingreso de los policías.
También investigan si los mismos elementos apagaron las cámaras de videovigilancia al interior de la Central.
La Fiscalía mexiquense informó que una de las primeras hipótesis apunta a conflictos internos por la posesión del espacio comercial ya que el local donde ocurrió el ataque se encuentra en litigio y las víctimas ya habían ganado un amparo.
El multihomicidio ocurre unos días después de que la violencia estallara en el Valle de Toluca.
El pasado 29 de junio fue difundido un video adjudicado a La Familia Michoacana en el que advertían de una «limpia».
El miércoles 5 de julio, en tres puntos de la capital mexiquense y en otro de San Mateo Atenco aparecieron restos humanos con amenazas de La Familia incluyendo un cuerpo colgado de un puente frente a Ciudad Universitaria.
Las autoridades mexiquenses atribuyeron esos hechos a disputas entre una célula de La Familia y otra del Cártel de Jalisco que quiere operar en el Valle de Toluca.