Lo que durante años se creyó un beneficio del consumo moderado de alcohol podría ser un mito. Un nuevo estudio publicado en la revista BMJ Evidence Based Medicine asegura que beber cualquier cantidad de alcohol incrementa el riesgo de desarrollar demencia, contradiciendo investigaciones previas que hablaban de un posible efecto protector.
El trabajo, liderado por la doctora Anya Topiwala, de la Universidad de Oxford, es el más grande de su tipo hasta la fecha. Analizó datos observacionales y genéticos de más de 559 mil personas en Estados Unidos y Reino Unido, de diferentes edades y orígenes étnicos, con un seguimiento que abarcó hasta 2022.
A mayor consumo, mayor riesgo
De los participantes, 14 mil 540 desarrollaron algún tipo de demencia durante el periodo estudiado. Los resultados mostraron una relación directa: entre más alto era el consumo de alcohol, mayor era el riesgo de padecer la enfermedad, tanto en personas con predisposición genética como en aquellas sin antecedentes.
Si bien algunos datos parecían sugerir un posible efecto protector del consumo moderado, los investigadores explican que esto podría deberse a que muchas personas reducen o abandonan la bebida cuando comienzan a notar síntomas tempranos de deterioro cognitivo.
“Los análisis genéticos no respaldaron ningún efecto protector, lo que sugiere que cualquier nivel de consumo de alcohol puede contribuir al riesgo de demencia”, concluyó el equipo.
Un problema de salud pública global
La investigación estima que, si se redujera la prevalencia del trastorno por consumo de alcohol, la incidencia de la demencia podría disminuir hasta en un 16%.
Los expertos llaman a replantear las estrategias de prevención y a derribar la idea de que una copa de vino o una cerveza al día pueden ser “saludables” para el cerebro.
Un giro en la visión sobre el alcohol
Durante años, diversos estudios sugerían que el consumo moderado podría beneficiar la salud cardiovascular o cognitiva. Sin embargo, la nueva evidencia marca un cambio de paradigma: no hay dosis segura de alcohol cuando se trata de proteger al cerebro del envejecimiento y la demencia.