En un contexto global donde la inteligencia artificial (IA) avanza rápidamente, la Asamblea General de la ONU ha dado un paso significativo al aprobar, por consenso, la creación del primer panel científico para la gobernanza de la IA. Este nuevo órgano, fruto de negociaciones que se extendieron por meses, se enfocará exclusivamente en los «ámbitos no militares», según estipula el texto de la resolución.
La iniciativa, liderada por los embajadores de España y Costa Rica como «cofacilitadores«, representa un esfuerzo por equilibrar las diversas perspectivas globales y cuenta con la participación de 40 miembros elegidos por la Asamblea General, quienes servirán por un periodo de tres años. Con el objetivo de obtener una representación equitativa, el panel tendrá dos presidentes, uno de un país desarrollado y otro de uno en vías de desarrollo.
Una de las funciones clave del panel será elaborar un informe anual, no prescriptivo, que evaluará científicamente las oportunidades, riesgos e impactos de la IA. Asimismo, se ha aprobado la organización de un «diálogo global sobre la IA» que se celebrará anualmente en Nueva York y Ginebra. Este diálogo reunirá a funcionarios y expertos para discutir los retos sociales, económicos, éticos, culturales, lingüísticos y técnicos que la IA plantea.
Sin embargo, la resolución no estuvo exenta de controversia. Argentina, que inicialmente apoyaba el texto, se retiró en el último momento, argumentando que la resolución no refleja sus prioridades. Por su parte, Estados Unidos expresó su desacuerdo con ciertas partes del documento, especialmente aquellas relativas al «género» y a los objetivos de desarrollo sostenible. El representante estadounidense enfatizó que el panel es «no vinculante» y criticó cualquier intento de sobrerregulación que, según su país, podría sofocar la innovación y aumentar la censura.
A pesar de las objeciones, la creación de este panel representa un esfuerzo concertado por abordar los desafíos globales de la inteligencia artificial, buscando un equilibrio entre la innovación tecnológica y su regulación ética y social.