Redacción
México.- Tras casi ocho años de su trágico asesinato, Paola Buenrostro, una trabajadora sexual y activista transgénero, finalmente ha encontrado reposo en un lugar que honra su identidad de género. Paola, quien fue brutalmente asesinada en septiembre de 2016, se convierte en la primera mujer transgénero en ser reconocida en un panteón con su nombre elegido.
El traslado de sus restos al mausoleo fue liderado por su amiga y compañera activista, Kenya Cuevas, quien ha luchado incansablemente por la justicia para Paola y para la comunidad transgénero en general. Acompañada por personal de la alcaldía y bajo la supervisión de las autoridades, Cuevas encabezó el emotivo acto que simboliza un paso significativo hacia la justicia y el reconocimiento de la identidad de género.
Paola Buenrostro fue asesinada en circunstancias violentas, y a pesar de los esfuerzos por encontrar al responsable, la justicia aún no ha sido alcanzada. El perpetrador, Arturo Felipe Delgadillo Olvera, sigue prófugo, y la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México continúa ofreciendo una recompensa para quien brinde información que conduzca a su captura.
En una entrevista con Proceso, Cuevas compartió su gratitud y emoción por el cierre de este capítulo en la búsqueda de justicia para Paola. Su persistencia y activismo han contribuido a generar mayor conciencia y tolerancia en la sociedad mexicana respecto a la diversidad sexual.
El legado de Paola Buenrostro vive a través del activismo de Cuevas y de todos aquellos que continúan luchando por un mundo más justo e inclusivo para las personas transgénero. Su memoria seguirá inspirando la lucha por la igualdad y el respeto hacia todas las identidades de género.