En un intento por contener sus abultados gastos administrativos, Petróleos Mexicanos (Pemex) perfila un recorte de 3 mil plazas de su personal de confianza, con el objetivo de lograr un ahorro estimado de 10 mil 494 millones de pesos. Así lo revela una propuesta de reestructuración interna atribuida a la propia empresa productiva del Estado.
El documento señala que la reestructura busca eliminar áreas que duplican funciones y reducir el costo de una nómina de confianza que asciende actualmente a 116 mil 767 millones de pesos. Además de los recortes de personal, se plantean reducciones adicionales por mil millones de pesos en viáticos, 174 millones en pagos por tiempo extra y 199 millones en compensaciones por actividades de riesgo.
Entre los cambios administrativos, destaca la eliminación de una dirección, 10 subdirecciones, 7 coordinaciones y 34 gerencias. En contraparte, se contempla la creación de una nueva dirección, 5 subdirecciones, una unidad, 2 coordinaciones y 17 gerencias, con lo que Pemex busca optimizar su estructura operativa y mejorar la toma de decisiones.
También se proyecta un ahorro de 6 mil 766 millones de pesos mediante un programa de coberturas temporales, como parte de una estrategia más amplia de simplificación organizacional.
A pesar del agresivo recorte, el influyente sindicato petrolero —conocido históricamente por su poder político y económico— permanece fuera del alcance de la medida. Hasta el momento, no se contemplan ajustes en sus privilegios ni en la plantilla laboral sindicalizada.
Fuentes al interior de Pemex aclaran que no se trata de una ola de despidos masivos, sino de una racionalización que busca “fortalecer funciones sustantivas” y enfocar recursos en áreas estratégicas y de soporte clave para la operación de la empresa.
La iniciativa surge en medio de las crecientes presiones financieras que enfrenta Pemex, la empresa más endeudada del mundo en su sector, y en un contexto donde la austeridad gubernamental sigue siendo uno de los ejes discursivos del actual sexenio.