Redacción
México.- El huracán Otis ha dejado a su paso devastación económica en México, con pérdidas catastróficas que se estiman en un asombroso total de 16 mil millones de dólares, según un informe de Fitch Ratings.
La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) ha reportado daños considerables, con el 80 por ciento de los hoteles en Acapulco afectados, junto con alrededor de 16 mil viviendas y 20 mil vehículos. Estos números reflejan el alcance significativo de la destrucción causada por el huracán Otis.
Fitch Ratings señala que, por lo general, las aseguradoras transfieren una parte de los riesgos catastróficos a reaseguradoras con el fin de limitar las pérdidas netas que retienen. Sin embargo, en este caso, es más probable que las aseguradoras asuman el riesgo hidrometeorológico.
Como resultado, se ha destacado que las aseguradoras como Qualitas, Inbursa y BBVA podrían estar más expuestas a las pérdidas relacionadas con Otis. La magnitud de los daños causados por el huracán ha elevado la preocupación en la industria de seguros.
Se anticipa que la mayoría de las reaseguradoras internacionales desempeñarán un papel en la gestión de parte de las pérdidas, especialmente en las áreas turísticas que, en su mayoría, deberían contar con cobertura de seguro, aunque las pérdidas se espera que sean relativamente insignificantes en comparación con el alcance total de los daños.
En cuanto a un bono catastrófico emitido por el Gobierno de México para hacer frente a la emergencia desencadenada por el huracán Otis, Fitch Ratings revela que este bono fue diseñado para cubrir cuatro tipos de peligros distintos: terremotos de baja frecuencia, terremotos de alta frecuencia, huracanes en el Océano Atlántico y huracanes en el Océano Pacífico. La cobertura de cada uno de estos peligros incluye pagos que varían entre 60 millones y 125 millones de dólares, con activadores paramétricos específicos. En conjunto, el valor total del bono asciende a 485 millones de dólares.
Fitch Ratings concluye indicando que la tendencia para el sector mexicano de seguros y fianzas se mantiene en un estado neutral, en gran medida debido a la Perspectiva Estable de las calificaciones soberanas de México y la resiliencia demostrada por la industria en el contexto de este desafío catastrófico.