Redacción
Perú.- El izquierdista Pedro Castillo fue proclamado este lunes presidente electo de Perú, mes y medio después de los comicios que ganó a la derechista Keiko Fujimori, quien retrasó su nombramiento con más de un millar de impugnaciones en las que denuncia un supuesto «fraude».
Después de declarar infundados los últimos recursos legales presentados por Fujimori, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) refrendó los resultados de la votación del 6 de junio, donde Castillo obtuvo el 50.12 % de los votos válidos, un estrecho triunfo por apenas 44 mil 263 votos de ventaja sobre Fujimori.
Previo a la proclamación de Castillo, la candidata derechista Keiko Fujimori dijo hoy que reconocería los resultados de la elección presidencial.
«Hoy anuncio que cumpliendo mis compromisos asumidos con todos los peruanos… voy a reconocer los resultados, porque es lo que manda la ley y la Constitución que he jurado defender», afirmó Fujimori durante una presentación ante la prensa.
La líder del partido Fuerza Popular, que desde el día siguiente al balotaje afirma que ha sido víctima de un «fraude», del que no ha presentado pruebas contundentes, aseguró que «lamentablemente» el sistema electoral peruano se ha negado «a verificar la autenticidad» de los reclamos que presentó.
Planteó, por ese motivo, una «propuesta para enfrentar los tiempos difíciles que se vienen» frente a lo que consideró «la inminente e ilegítima proclamación de Pedro Castillo».
«Hago un llamado a todo el país a entrar en una nueva fase (de protestas), con todos los derechos que nos da la ley y la Constitución», remarcó.
Sostuvo que, por ese motivo, se siente «en la obligación de dejar en claro» que en esta nueva etapa no se puede «caer en ningún tipo de violencia, acudir a ninguna convocatoria que plantee acciones de atacar a funcionarios públicos o tomar instituciones del Estado».
Fujimori dijo que sabe que «este llamado a la no violencia» le puede generar «críticas», pero que asume «este costo político» porque «existen múltiples formas de protestar» y de manifestarse para defender la «libertad y democracia».