El Centro de Predicción Climática de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) ha informado que existe un 60% de probabilidad de que se desarrolle un evento ligero de La Niña en las próximas semanas, con la posibilidad de extenderse hasta marzo del próximo año. La Niña es un fenómeno natural que forma parte del ciclo El Niño-Oscilación del Sur y que puede provocar importantes alteraciones climáticas en distintas regiones del planeta.
Este evento climático podría tener impactos variados, dependiendo de la zona geográfica. Los expertos señalan que el norte de Sudamérica podría enfrentar lluvias más intensas de lo habitual, mientras que el sur de México y algunas partes de Estados Unidos experimentarían sequías. Al mismo tiempo, se espera que el sur de Canadá y el extremo norte de Estados Unidos tengan condiciones más húmedas de lo normal.
Michelle L’Heurex, climatóloga de la NOAA, explicó que este fenómeno es la fase fría del ciclo de El Niño, y que tiende a durar más y ser más recurrente que El Niño, la fase cálida. «Es inusual, aunque no inaudito», afirmó Ben Cook, climatólogo de la NASA, sobre la posibilidad de un nuevo evento de La Niña tan pronto después de uno que se extendió entre 2020 y 2023.
Si bien los modelos climáticos aún no pueden predecir con certeza cómo La Niña se verá afectada por el cambio climático, algunos científicos sugieren que en las próximas décadas podrían observarse cambios significativos en la frecuencia de estos eventos. Mientras tanto, diversas regiones se preparan para afrontar los posibles efectos de este fenómeno climático.