Las remesas enviadas a México podrían verse impactadas por una propuesta fiscal en Estados Unidos que plantea aplicar un impuesto a estos flujos de dinero. La iniciativa, impulsada por el legislador republicano Jason Smith como parte del proyecto “The One, Big, Beautiful Bill”, busca que el impuesto sea retenido por las remesadoras y pagado por el remitente, sin importar su estatus migratorio.
Estados Unidos es el principal país emisor de remesas hacia México, al representar el 96.6% del total recibido por el país en 2024, de acuerdo con el Banco de México (Banxico). Solo el año pasado, los ingresos por remesas marcaron un récord histórico al alcanzar los 64 mil 745 millones de dólares, sumando 11 años consecutivos de crecimiento.
La medida, de avanzar en la Cámara de Representantes y posteriormente en el Senado, podría entrar en vigor a partir de 2026. Sin embargo, el impacto sobre los flujos hacia México aún es incierto. “Es probable que los migrantes mexicanos absorban dicho impuesto sin impactar de manera significativa a las remesas enviadas”, estimó Jesús Cervantes, director de estadísticas económicas del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA).
Gerónimo Ugarte, economista en jefe de Valmex Casa de Bolsa, coincidió en que el efecto sobre el monto final recibido en México podría ser nulo, ya que los migrantes suelen ajustar sus gastos en Estados Unidos para no reducir el apoyo a sus familias. “Podrían mandar 5.0 por ciento más y recortar su consumo allá”, explicó.
No obstante, algunos analistas advierten que la situación migratoria actual y el endurecimiento de políticas en EE. UU. pueden motivar a los mexicanos en el extranjero a buscar vías alternativas, como el uso de criptomonedas, para evitar el pago del impuesto. “Esa búsqueda de alternativas nos impide estimar lo que pasará finalmente, sobre todo en un momento con muchas deportaciones”, advirtió el analista financiero Carlos López Jones.
Según cifras del CEMLA, en 2024 había 7.5 millones de trabajadores mexicanos inmigrantes en EE. UU., de los cuales 2.4 millones contaban con ciudadanía y 5.1 millones no, entre ellos residentes legales e indocumentados. En conjunto, enviaron el 16.7% de su ingreso laboral como remesas a México, una ligera baja respecto al 17.9% registrado en 2023.
En marzo de 2025, en plena tensión migratoria, México recibió 5 mil 150 millones de dólares en remesas, un incremento anual de 2.7%, reflejo de la persistente solidaridad de los migrantes con sus familias pese a los desafíos económicos y políticos.