Después de cuatro años de permanecer cerrada, la Pirámide de la Luna volvió a recibir visitantes este lunes 19 de mayo, en medio de un ambiente festivo que marcó la reapertura de uno de los monumentos más emblemáticos de la Zona Arqueológica de Teotihuacán.
El retorno de los turistas fue posible gracias a un acuerdo entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y autoridades estatales y municipales de San Juan Teotihuacán y San Martín de las Pirámides, con el objetivo de reactivar la economía local y fortalecer el trabajo de artesanos, prestadores de servicios turísticos y la oferta gastronómica de la región.
Desde temprana hora, decenas de visitantes ascendieron al majestuoso templo, admirando la vista del Valle de Teotihuacán desde lo alto y celebrando el acceso a uno de los símbolos más importantes del México prehispánico.
Cultura y preservación
Las autoridades locales destacaron que esta reapertura no solo busca promover el turismo, sino también garantizar el derecho humano al acceso a la cultura, en este caso, la rica herencia teotihuacana. Parte del acuerdo también implica compromisos de conservación asumidos por municipios cercanos como Acolman, Axapusco, Chiautla, Otumba, Papalotla, Nopaltepec, Tepetlaoxtoc y Temascalapa, que integran un corredor turístico-cultural de gran valor para la zona.
¿Por qué estuvo cerrada?
La Pirámide de la Luna fue cerrada al público en marzo de 2021 como medida preventiva ante la pandemia de Covid-19. Aunque inicialmente se planteó un cierre temporal, el INAH decidió prolongarlo para evitar el deterioro del monumento, cuya conservación ha sido una prioridad debido a su relevancia histórica y arquitectónica.
Considerada la segunda pirámide más grande de Mesoamérica, solo detrás de la Pirámide del Sol, esta construcción forma parte del extremo norte de la Calzada de los Muertos, y se cree que fue dedicada a Chalchiuhtlicue, diosa mexica del agua, la tierra y la fertilidad. Su edificación data del periodo 200-450 d.C., y se estima que fue levantada en al menos siete etapas constructivas.
Patrimonio vivo
La reapertura de este monumento es vista como una oportunidad para reforzar los vínculos entre el pasado y el presente, reactivando la vida cultural y económica en torno a uno de los sitios arqueológicos más visitados del país. Las autoridades reafirmaron su compromiso con la preservación del patrimonio, destacando que la apertura irá acompañada de estrategias de control y protección para garantizar su cuidado a largo plazo.
Con este paso, Teotihuacán se consolida nuevamente como uno de los destinos culturales más importantes de México y del mundo, abriendo sus puertas a miles de visitantes que desean reconectarse con las raíces de la civilización mesoamericana.