Redacción
Salamanca.- Trabajadores de Mazda de la planta de Salamanca, Guanajuato, rechazaron los términos en los cuales se hizo la revisión del contrato colectivo de trabajo entre un sindicato de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y la empresa.
Según la Ley Federal del Trabajo, los sindicatos tienen la obligación de poner a consulta entre la base trabajadora la revisión del contrato colectivo que se realiza cada dos años y si los trabajadores están en desacuerdo con los términos de la negociación, el sindicato debe replantear el contenido.
La consulta se hizo el 2 de marzo, y mil 916 votaron en contra de la revisión contractual, contra mil 673, que querían aprobarlo.
Para Casa Obrera del Bajío, organización que asesora a sindicatos, calificó el proceso de espurio.
«Frente a un proceso espurio y tardío, organizado por el sindicato de la CTM, donde se pretendía avalar la negociación realizada en octubre de 2021, a espaldas de los trabajadores, se expresó un rechazo a lo que pretendían imponer la cúpula sindical y la empresa», aseguró.
Jorge Sales, experto en temas laborales, dijo que si los trabajadores rechazan lo negociado, no se cancela el contrato, pero mide la relación laboral en la empresa.
«Un sindicato que no puedo lograr sacar adelante la revisión de un contrato colectivo de trabajo deben considerarlo como un voto de castigo», afirmó.
Otro sindicato que está en la mira es el de los petroleros (STPRM), que deberá reponer el 28 de marzo las elecciones en cuatro secciones en las que se anularon resultados por irregularidades presentadas.
Ayer, CFE inició negociaciones con el SUTERM del contrato colectivo de trabajo 2022-2024.
El abogado de Littler dijo que se ha dado más difusión a los procesos de legitimación de contratos colectivos, pero que también es importante poner a consulta la comprobación de los mismos.
«Es el mismo protocolo que se sigue en una legitimación, con algunas diferencias, los contratos colectivos se deben revisar cada año en cuanto a salario y cada dos años en cuanto a salario y prestaciones. Lo que la nueva Ley determinó es que cuando se revise el salario, no hay necesidad de hacer una votación. Pero cuando toca revisar salario y prestaciones, en ese momento se debe hacer una consulta a los trabajadores», subrayó.
Dijo que para esta verificación de cada dos años, el patrón y el sindicato hacen una negociación. Estos suben a la plataforma del Centro Federal de Conciliación la propuesta y le avisan a la autoridad que se efectuará la votación para que sea aprobado por los trabajadores.
«Si no se aprueba la revisión, como sucedió en Mazda, el sindicato tiene dos opciones: o emplaza a huelga a la empresa para exigir que se revise el contrato colectivo, con el riesgo de que se cierre la planta o repetir el proceso de negociación y volver a votar. Es un claro síntoma de las nuevas reglas y democracia sindical», consideró Sales Boyoli.
Afirmó que este tipo de revisiones están tomando gran importancia para las legitimaciones de los contratos.