El 27 de enero de 1945, las tropas soviéticas liberaron Auschwitz, el campo de concentración nazi donde perecieron más de un millón de personas, en su mayoría judíos. Ocho décadas después, los sobrevivientes Teresa Regula y Janina Iwanska comparten sus recuerdos de un pasado marcado por el sufrimiento y la pérdida.
«El primer dolor auténtico»
Teresa Regula, de 96 años, tenía solo 16 cuando llegó a Auschwitz en agosto de 1944. La joven judía, originaria de Cracovia, fue arrestada junto a su madre por la Gestapo. Tras la ejecución de su madre en el campo de Plaszow, Teresa fue enviada a Auschwitz, donde recibió el número 22011.
“Nos afeitaron hasta dejarnos la piel desnuda… Ese fue el primer dolor auténtico que sentí”, recuerda. Las condiciones inhumanas y las enfermedades como la varicela y la escarlatina marcaron su estancia. “Lo que me mantuvo viva fue la idea de que mi padre vendría a sacarme de allí”, confesó. Más tarde descubrió que su padre fue asesinado por error por las fuerzas soviéticas.
A su regreso, Teresa decidió no tener hijos, temiendo que pudieran enfrentar un sufrimiento similar. Hoy, a pesar de haber reprimido sus recuerdos durante décadas, la memoria de Auschwitz regresa con fuerza.
«El olor de los cuerpos quemados»
Janina Iwanska, una sobreviviente católica polaca de 94 años, también revivió el horror del campo. Fue deportada desde Varsovia en 1944 y recuerda con claridad el hedor de los cuerpos quemados. En el campo, cuidaba de los niños, obteniendo pequeñas recompensas como sopa o leche caliente.
“Los niños no trabajaban, solo esperaban pacientemente a sus madres o al fin de la guerra”, explica. Janina no estuvo presente en la liberación de Auschwitz, ya que fue trasladada al campo de Ravensbrück poco antes, donde fue liberada por las fuerzas estadounidenses en mayo de 1945.
A pesar de la distancia temporal, Janina sigue preocupada por el futuro. “Cuando miro a los jóvenes… veo un futuro sombrío, lleno de odio y divisiones”, lamenta.
Conmemoración internacional
Este lunes, Janina regresará a Auschwitz para participar en una ceremonia conmemorativa que reunirá a líderes mundiales, incluidos el rey Carlos de Inglaterra y el presidente francés Emmanuel Macron.
El testimonio de Teresa y Janina sirve como recordatorio de la importancia de la memoria histórica, en un momento en que los desafíos modernos subrayan la necesidad de aprender de las tragedias del pasado.