Durante octubre de 2025, los ingresos por remesas familiares hacia México se redujeron 1.67% anual, al registrar 5 mil 635 millones de dólares, reveló el Banco de México (Banxico). Con este resultado, los flujos de dinero enviados por connacionales en el extranjero acumularon siete meses consecutivos a la baja, tanto en monto como en número de operaciones, configurando el peor desempeño para un periodo similar en 16 años.
Aunque la cifra mensual superó la estimación del consenso de Bloomberg, que anticipaba 5 mil 415 millones de dólares, el panorama acumulado apunta a un deterioro más pronunciado. De enero a octubre, las remesas sumaron 51 mil 344 millones de dólares, una caída anual de 5.08%; no se observaba un retroceso de esta magnitud desde 2009.
El debilitamiento de los flujos responde, en gran medida, al descenso en el número de transacciones. Solo en octubre, las operaciones disminuyeron 5.41% anual, al ubicarse en 13.99 millones. En el acumulado de los primeros diez meses, los movimientos sumaron 130.07 millones, una disminución de 5.15%, ligeramente menos profunda que la registrada en 2009, cuando cayó 8.31%.
El valor promedio de cada envío mostró un comportamiento distinto: en octubre creció 4.13%, al alcanzar 403 dólares; mientras que en el acumulado enero-octubre se situó en 395 dólares, un ligero aumento de 0.13%. Sin embargo, este repunte no fue suficiente para compensar la disminución en el número de transacciones, lo que terminó por arrastrar a la baja el total de recursos recibidos.
La contracción en las remesas —una de las principales fuentes de divisas del país— se da en un contexto económico desafiante para los migrantes mexicanos, particularmente en Estados Unidos, donde se han observado presiones laborales y menor impulso en sectores tradicionalmente vinculados con esta comunidad. A medida que avanza el cierre del año, las miradas se centran en si los flujos podrán recuperar ritmo o si 2025 quedará marcado como un punto de inflexión en este vital ingreso para millones de hogares mexicanos.