En el marco del vigésimo Día Anual del Guinness World Records, Jyoti Amge, la mujer más baja del mundo, y Rumeysa Gelgi, la más alta, se encontraron por primera vez en el Savoy Hotel de Londres. Este icónico encuentro subrayó la importancia de la aceptación y la diversidad en un evento lleno de calidez y camaradería.
Ambas mujeres compartieron un lujoso día de té, pastel y conversaciones sobre su amor por la moda y el cuidado personal. “Nosotras también tenemos cosas en común. Amamos el maquillaje, las joyas y hacernos las uñas”, comentó Gelgi, destacando cómo las diferencias físicas no son barreras para formar conexiones significativas.
The first time that Rumeysa Gelgi, the world's tallest woman, met Jyoti Amge, the world's shortest woman 🥰️#GWRDay pic.twitter.com/uSLqIHZlKG
— Guinness World Records (@GWR) November 21, 2024
Dos historias extraordinarias
- Rumeysa Gelgi, originaria de Turquía y con una altura de 215.16 cm, vive con el síndrome de Weaver, una condición genética rara que afecta el crecimiento óseo. Es diseñadora web y defensora de la inclusión, utilizando sus plataformas para crear conciencia sobre su condición. Gelgi también ostenta el récord de las manos más grandes de una mujer, con 24.93 cm, y protagonizó el documental Rumeysa: Walking Tall.
- Jyoti Amge, de 30 años y con una estatura de 62.8 cm, debe su baja altura a la acondroplasia, un trastorno del crecimiento óseo. Desde joven, ha conquistado a millones con su carisma y confianza. En 2009, fue reconocida como la adolescente más baja del mundo y en 2011 obtuvo el récord como la mujer más baja. Además, participó en la serie American Horror Story: Freak Show, interpretando a Ma Petite, un logro que describe como uno de los mayores de su vida.
Un mensaje de inclusión
Durante el encuentro, Jyoti expresó su felicidad por conocer a Rumeysa: “Es muy amable y me sentí cómoda hablando con ella”. Por su parte, Rumeysa disfrutó su primer viaje a Londres, aprovechando la oportunidad para explorar su vibrante cultura y paisajes emblemáticos.
El evento destacó no solo la celebración de los récords, sino también la importancia de valorar las diferencias como una forma de enriquecer nuestras perspectivas y unirnos en la diversidad.