Una reciente investigación revela algo preocupante: el consumo regular de papas fritas puede aumentar el riesgo de diabetes tipo 2 en un 20%. Este estudio, liderado por el Dr. Walter Willett de la Universidad de Harvard, también ofrece una alternativa prometedora: cambiar las papas fritas por alimentos integrales podría reducir ese riesgo en un 19%.
El Dr. Willett insiste en un mensaje claro: pequeños cambios en la dieta diaria pueden impactar significativamente en la reducción del riesgo de diabetes tipo 2. Limitar las papas, especialmente las fritas, y optar por carbohidratos integrales podría beneficiar a toda la población.
El estudio de Harvard, publicado el 6 de agosto en The BMJ, se basa en datos de más de 205 mil participantes de reconocidos estudios de salud. Estos participantes proporcionaron información detallada sobre sus hábitos alimenticios durante tres décadas, lo que permitió a los investigadores identificar patrones claros.
Los hallazgos muestran que la forma de cocinar las papas es crucial. Mientras que tres porciones semanales de papas fritas aumentan el riesgo de diabetes en un 20%, las papas horneadas, hervidas o en puré no tienen el mismo efecto negativo.
Además, sustituir las papas fritas por granos integrales como pasta o pan integral puede reducir el riesgo de diabetes tipo 2 hasta en un 19%. Incluso el reemplazo por granos refinados mostró beneficios.
Estos resultados subrayan la importancia de considerar no solo qué comemos, sino cómo se prepara la comida. El Dr. Willett concluye que los legisladores deben enfocarse más en estas distinciones al formular pautas dietéticas efectivas.