Por primera vez en la historia de Japón, una mujer dirigirá el gobierno. La líder del Partido Liberal Democrático (PLD), Sanae Takaichi, fue elegida este lunes como primera ministra, tras obtener la mayoría en ambas cámaras del Parlamento japonés.
La dirigente de 64 años, conocida por su postura conservadora y su crítica abierta hacia China, se convierte además en la quinta persona en ocupar el cargo en los últimos cinco años, reflejo de la inestabilidad política que ha marcado la reciente historia del país asiático.
“Fortaleceremos la economía japonesa y reorganizaremos al país como una nación responsable con las generaciones futuras”, declaró Takaichi al asumir el cargo.
La votación parlamentaria se realizó anoche, hora de México, y su investidura formal se llevará a cabo tras una audiencia con el emperador japonés.
Un nuevo rumbo económico
Takaichi, quien fue designada el 4 de octubre como líder del PLD, ha defendido una política económica basada en la flexibilización monetaria agresiva y el aumento del gasto público, medidas que han sido bien recibidas por los mercados financieros.
El índice Nikkei 225 de la Bolsa de Tokio subió más del 3% tras conocerse la formación de su nuevo gobierno.
Un liderazgo conservador y polémico
Apodada “la dama de hierro japonesa” por su admiración hacia la exprimera ministra británica Margaret Thatcher, Takaichi ha mantenido posiciones firmes en temas sociales y de género, entre ellas su oposición a que las mujeres puedan ocupar el trono imperial y su rechazo a conservar el apellido femenino tras el matrimonio.
Durante su juventud, la mandataria fue baterista en una banda de heavy metal mientras estudiaba en la Universidad de Kobe, una faceta que contrasta con su imagen política rígida.
Sin embargo, su perfil ha generado críticas dentro y fuera de Japón por su visión revisionista de la Segunda Guerra Mundial, negando los crímenes cometidos por el ejército imperial japonés y rechazando muestras de arrepentimiento, según recordó la cadena española RTVE.
Desafíos diplomáticos por delante
Takaichi también asumirá la política comercial y de defensa en un momento clave. El presidente estadounidense Donald Trump tiene previsto visitar Tokio la próxima semana antes de participar en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Corea del Sur.
Ambos países buscan cerrar un nuevo acuerdo comercial bilateral, mientras Washington presiona a Japón para reducir las importaciones de energía rusa y aumentar el gasto en defensa.
Un liderazgo histórico bajo la lupa
Aunque su nombramiento marca un avance simbólico para las mujeres en la política japonesa, las posturas conservadoras de Takaichi generan incertidumbre sobre el futuro de las políticas de igualdad de género en un país donde la representación femenina sigue siendo limitada.
Con una economía en recuperación, desafíos geopolíticos y una sociedad que demanda cambios estructurales, Sanae Takaichi inicia su mandato en un momento decisivo para el futuro de Japón.