En México, apenas 30 % de las personas egresadas de las áreas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM) son mujeres, y solo 12.9 % de los empleos en estos campos son ocupados por ellas, informó Violeta Vázquez Rojas, subsecretaria de Ciencia y Humanidades de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (SECIHTI).
Durante la inauguración del Encuentro ANUIES-TIC UNAM 2025, celebrado en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la funcionaria subrayó que, aunque el Sistema Nacional de Investigadores e Investigadoras (SNI) muestra una mayor representación femenina —con 40 % de mujeres inscritas—, la participación cae al 27 % en los niveles más altos y Eméritos.
“Las diferencias de género siguen siendo muy grandes en algunas áreas del conocimiento”, advirtió, tras recordar que hace cuatro décadas la brecha entre hombres y mujeres en el SNI era de 64 puntos porcentuales, mientras que hoy es de 18 puntos, lo que evidencia avances, pero también rezagos persistentes.
Áreas con menor presencia femenina
Las disciplinas con menor participación de mujeres son Ingeniería y Desarrollo Tecnológico, donde solo 21.9 % de los especialistas son mujeres, así como Física, Matemáticas y Ciencias de la Tierra, con 24 %.
Vázquez Rojas enfatizó que la digitalización, el cómputo de alto rendimiento y la inteligencia artificial (IA) solo podrán cumplir su promesa transformadora si contribuyen a reducir las brechas históricas en el acceso al conocimiento.
“De lo contrario, los sesgos del pasado se reproducirán en los algoritmos del futuro”, advirtió.
IA y transformación digital en México
Por su parte, el rector de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, destacó que la inteligencia artificial, la ciberseguridad, la gobernanza de datos y la arquitectura de la nube están transformando la educación, la investigación y la forma de trabajar.
El rector señaló que el mercado mexicano de IA pasó de un valor aproximado de 98 millones de dólares en 2024 a una proyección superior a los 450 millones de dólares en 2025, y que casi 70 % de las empresas del país planean aumentar su inversión en esta tecnología.
Además, mencionó que el gobierno federal impulsa inversiones para fortalecer la infraestructura digital, con el fin de ampliar competencias y generar empleo especializado.
Sin embargo, Lomelí subrayó que el desafío no es solo económico o tecnológico:
“Es indispensable lograr que estos instrumentos sirvan al desarrollo formativo y a la vida pública. Implica administrar con responsabilidad los recursos y acoplar los avances con las metas sociales”.
Un llamado a la ética tecnológica
El rector recordó que la UNESCO ha insistido en que la inteligencia artificial debe estar al servicio de la educación y de las personas, por lo que las universidades deben promover su uso responsable y ético, previniendo sesgos o impactos negativos en la sociedad.