La Policía Nacional sursudanesa ha tomado una drástica medida para frenar el auge de la delincuencia juvenil. La prohibición de fiestas y reuniones de jóvenes en Yuba busca proteger a los menores y mantener el orden. Según el portavoz de la Policía, James Many, «no podemos permitir que las reuniones sociales se conviertan en un foco de reclutamiento para la delincuencia».
La decisión surge en medio de la creciente preocupación por el consumo de alcohol entre menores y el abuso de drogas, situaciones que han alimentado la proliferación de pandillas juveniles en la capital de Sudán del Sur. Estas pandillas, algunas con nombres como la banda «niggers«, son conocidas por su violencia.
La Policía asegura que la prohibición de fiestas adolescentes tiene un objetivo claro: proteger a los menores de entornos nocivos y apoyar a las familias en la promoción de comportamientos responsables. «Esta decisión se toma tras la debida evaluación y consulta», explicó Many, subrayando el aumento de quejas por las reuniones juveniles sin supervisión.
El contexto de esta medida también incluye un incidente reciente: la violación en grupo de una joven en el barrio de Shirkat. Este crimen provocó indignación y denuncias sobre la inactividad de las fuerzas de seguridad. Tras el incidente, la Policía arrestó a más de 600 presuntos pandilleros en Yuba.
Las autoridades consideran que esta prohibición es parte de una campaña más amplia para restablecer la estabilidad social. La meta es evitar que los jóvenes vulnerables se involucren en pandillas o conductas delictivas. La medida podría ser un paso inicial hacia un entorno más seguro para los jóvenes de Yuba.