El gobernador de Texas, Greg Abbott, presentó una controvertida campaña publicitaria con mensajes dirigidos a disuadir a migrantes de intentar cruzar la frontera de manera irregular. Con frases como «¿Cuánto pagaste porque violen a tu hija?» y «Si cruzas ilegalmente hacia Texas serás encarcelado», los anuncios buscan destacar los peligros y las consecuencias de estos viajes.
Durante una conferencia en Wall Ranch, Eagle Pass, Abbott explicó que se han instalado 40 carteles en México y América Central, escritos en varios idiomas, incluidos árabe, chino y ruso, con el objetivo de alcanzar a migrantes potenciales de diversas nacionalidades. El mandatario republicano destacó que esta estrategia, valuada en 100 mil dólares, no solo busca frenar el flujo migratorio, sino también «mostrar la realidad de estos viajes» y proteger la seguridad del estado.
En el evento, Abbott mostró un «árbol de violación», un símbolo que describió como un ejemplo de las agresiones sexuales sufridas por migrantes en su trayecto. Además, reiteró que Texas continuará implementando estas medidas hasta que Donald Trump regrese a la presidencia de Estados Unidos.
Mientras tanto, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) informó que deportó a 271 mil 484 personas en el último año fiscal, una cifra que no se alcanzaba desde 2014. México fue el principal destino de las deportaciones (87 mil 298), seguido por Guatemala (66 mil 435).
El ICE atribuyó el incremento en las expulsiones a la agilización de los procedimientos de viaje y el aumento de vuelos de deportación, incluidos los fines de semana. Asimismo, destacó deportaciones a países menos comunes como China, Albania, Angola y Georgia.
El flujo migratorio hacia Estados Unidos también ha sido afectado por las restricciones impuestas por el gobierno mexicano y las nuevas medidas de asilo implementadas por el presidente Joe Biden, que han reducido las detenciones a la mitad en el último año.
La campaña de Abbott y las cifras del ICE reflejan el endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos y plantean interrogantes sobre los derechos humanos y la eficacia de estas estrategias frente a la crisis migratoria en la región.