En una tragedia que sacudió a Manhattan, un hombre abrió fuego en un edificio de oficinas, culpando a la NFL por sus lesiones cerebrales. La frase clave de enfoque corta aquí es «culpando a la NFL por lesiones cerebrales», un tema que ha generado controversia en los últimos años.
Shane Tamura, de 27 años, llevó a cabo un ataque en el rascacielos de Park Avenue, donde disparó a varias personas antes de quitarse la vida. Según el alcalde de Nueva York, Eric Adams, Tamura dejó una nota en la que señalaba a la encefalopatía traumática crónica (ETC) como la causa de su desesperación, culpando a la NFL por su condición.
Tamura, un exjugador de fútbol americano en la secundaria, nunca llegó a jugar profesionalmente. Sin embargo, parece que las secuelas de su participación en deportes de contacto lo afectaron profundamente. La ETC, una lesión cerebral causada por golpes repetidos en la cabeza, ha sido objeto de escrutinio creciente en el ámbito deportivo.
Durante el ataque, Tamura tomó el ascensor equivocado. En lugar de llegar a las oficinas de la NFL, terminó en Rudin Management, donde arremetió contra empleados inocentes.
El incidente dejó cuatro muertos, incluido el policía de Nueva York Didarul Islam, y otra persona se encuentra en estado crítico. La policía encontró medicamentos recetados en el auto de Tamura, lo que sugiere antecedentes de salud mental.
El debate sobre la ETC y su impacto en la salud mental de los atletas está más vigente que nunca. Las investigaciones continúan mientras las familias de las víctimas intentan encontrar consuelo.