A dos años de la reforma a la Ley del Seguro Social (LSS) que obliga a los empleadores a inscribir a las trabajadoras del hogar en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), los avances son mínimos. De los 2.4 millones de personas que se dedican a esta actividad en México, únicamente 62,645 están afiliadas, equivalente al 2.6 %, según cifras oficiales al cierre de noviembre.
El programa piloto iniciado en 2019 marcó un avance inicial, pero la modificación constitucional de 2022 no ha logrado transformar esta realidad. La falta de sanciones efectivas para los patrones que incumplen la ley ha limitado su impacto, indicó Norma Palacios, secretaria general colegiada del Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar.
“Es una legislación bonita, pero letra muerta. Sin consecuencias para los empleadores, las trabajadoras quedan desprotegidas y, muchas veces, son despedidas si intentan exigir sus derechos”, afirmó Palacios.
Brechas salariales y desafíos
Los datos del IMSS reflejan además desigualdades salariales. Mientras los hombres en este sector perciben un ingreso promedio diario de 420 pesos, las mujeres ganan solo 348 pesos, a pesar de que representan la mayoría de la fuerza laboral en este ámbito.
Las principales entidades con trabajadoras afiliadas son la Ciudad de México y el Estado de México, pero las cifras siguen siendo insuficientes. Asimismo, los grupos de mayor edad, entre 55 y 65 años, concentran la mayoría de los registros, lo que evidencia una falta de incorporación de generaciones más jóvenes.
Exigencias y propuestas
El sindicato urgió a las autoridades del IMSS y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) a fortalecer las campañas de difusión sobre los derechos de las trabajadoras del hogar y a implementar medidas que aseguren su cumplimiento. Además, se destacó la necesidad de contratos laborales, jornadas justas y un acceso pleno a los beneficios que contempla la LSS, como seguro de salud, invalidez y pensión por vejez.
Sin una estrategia clara y sanciones efectivas, el derecho a la seguridad social de las trabajadoras del hogar continuará siendo una promesa incumplida para uno de los sectores más vulnerables del país.