Equipos de rescate han recuperado más de 40 cuerpos del río Potomac tras el choque en el aire entre un avión de pasajeros de American Airlines y un helicóptero militar la noche del martes en Washington, D.C. El accidente, que dejó un saldo total de 67 fallecidos, es considerado el más mortal en Estados Unidos en casi un cuarto de siglo.
Este viernes, embarcaciones de la policía reanudaron las labores de recuperación en la zona del siniestro, mientras investigadores analizan las causas del desastre. Hasta el jueves, se habían recuperado 28 cuerpos, cifra que aumentó a 40 el viernes, según informaron funcionarios policiales a The Associated Press bajo condición de anonimato.
La Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) ya cuenta con la grabadora de voz de la cabina y la grabadora de datos de vuelo del avión, pero aún se busca la caja negra del helicóptero, informó el secretario de Defensa, Pete Hegseth.
Las autoridades evalúan múltiples factores en la colisión, incluyendo las maniobras del piloto militar y la actuación del control de tráfico aéreo. Según la presidenta de la NTSB, Jennifer Hommendy, el incidente representa un «evento de todos a bordo», al haber cobrado la vida de todas las personas en ambas aeronaves.
Aunque la investigación podría tomar meses, los funcionarios han evitado especular sobre las causas del siniestro. Mientras tanto, las labores de recuperación continúan en el río Potomac, en un esfuerzo por localizar los cuerpos restantes y esclarecer lo ocurrido en esta tragedia aérea.