El traslado de monumentos prehispánicos al Parque Balam Tun, resultado del desarrollo del Tren Maya, ha generado controversia. Manuel Pérez Rivas, coordinador del salvamento arqueológico de la obra, reveló que estos monumentos ya presentaban saqueos y deterioros antes de su reubicación.
Pérez Rivas explicó que, aunque se movieron estructuras de gran tamaño, ninguna tenía un valor excepcional al momento del traslado. Estos vestigios, encontrados en el trazo del Tren Maya, recibieron un tratamiento categorizado: desde los sencillos, pasando por los relevantes, hasta los excepcionales que obligaron a cambios en la obra.
El arqueólogo detalló que los monumentos intermedios, ahora en Balam Tun, representan una categoría común en el área maya. El parque, situado en Chetumal, Quintana Roo, ofrecerá al público una visión de la vida doméstica de las élites mayas y su próspera economía.
El proceso de traslado requirió un detenido registro y reubicación piedra por piedra. La naturaleza del suelo a veces impidió mantener los monumentos in situ. Sin embargo, se recuperaron materiales asociados como cerámica y lítica.
Mientras se define la administración y operación de Balam Tun, se anticipa que el acceso al parque será accesible para fomentar el interés del público. El sitio promete ser un epicentro de memoria cultural y arqueológica, reflejando la complejidad e importancia del legado maya en la región.