La Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció este miércoles que la construcción del Tren México-Querétaro iniciará en abril de 2024 y se prevé que esté listo en un periodo de entre dos y tres años, con una fecha estimada de inauguración en 2028.
«Es un proyecto que desde hace mucho se quería desarrollar y que lo vamos a hacer una realidad», declaró la mandataria durante su conferencia matutina. Actualmente, el plan se encuentra en fase de estudios de ingeniería básica, impacto ambiental y definición de estaciones, además de que se está negociando con concesionarios ferroviarios de carga para el uso compartido de la vía.
El proyecto estará a cargo de ingenieros militares, y Sheinbaum confirmó que regresará a Querétaro para dar el banderazo de inicio una vez que los estudios concluyan.
Un alivio para la saturación vehicular
Uno de los principales objetivos del Tren México-Querétaro es reducir la saturación vehicular en la carretera 57, una de las más transitadas del país. Además del transporte de pasajeros, el proyecto contempla también el traslado de carga, buscando mayor eficiencia logística y una reducción en el tráfico de camiones de carga en la vía.
«Nosotros pensamos que el tren va a ser una gran alternativa para el transporte de pasajeros. Va a ser más rápido, mucho más ágil y seguro viajar en tren que en carretera», afirmó la presidenta.
El tren formará parte de la red ferroviaria nacional y conectará con otras rutas estratégicas hacia Nuevo Laredo, Nogales, Guadalajara, Guanajuato y el Golfo de México.
Un proyecto marcado por la corrupción del pasado
El Tren México-Querétaro fue inicialmente presentado en 2012 como uno de los proyectos estrella del entonces presidente Enrique Peña Nieto. Sin embargo, en 2014, su licitación fue cancelada por presuntas irregularidades en la asignación del contrato, lo que generó un costo de 16 millones de dólares para el país, según el diario South China Morning Post.
La revocación del contrato se anunció un día antes de la publicación de la investigación periodística «La casa blanca», que reveló que la entonces esposa de Peña Nieto, Angélica Rivera, había adquirido una mansión valuada en siete millones de dólares a Grupo Higa, una de las empresas favorecidas en la licitación del tren.
Además, en el contrato también participaban Grupo GIA, propiedad de Hipólito Gerard, cuñado del expresidente Carlos Salinas de Gortari. El presupuesto original del tren pasó de 43 mil 580 millones de pesos a 58 mil 951 millones, representando un sobrecosto del 26%.
Con este nuevo anuncio, el gobierno de Sheinbaum busca revivir y consolidar un proyecto largamente esperado, asegurando su ejecución con transparencia y eficiencia.