Redacción
México.- Según datos compartidos por la directora general de AtentaMente, Daniela Labra, en una entrevista con EFE, tres de cada 10 personas en México han experimentado problemas de salud mental en algún momento de sus vidas. Sin embargo, preocupantemente, más del 60% de estas personas no reciben tratamiento adecuado para abordar sus condiciones.
Los motivos detrás de estos problemas de salud mental son diversos, desde la relación con uno mismo hasta la interacción con el entorno. Un diálogo interior negativo sobre uno mismo puede desencadenar problemas como la depresión, según lo mencionado por Labra y respaldado por el director del Centro para Mentes Saludables, Richard J. Davidson. Este último también señala factores externos como las redes sociales y el clima de miedo y polarización en muchos países como contribuyentes a la depresión.
Labra destaca un aumento significativo en la prevalencia de la depresión, que se inició en 2017 antes de la pandemia de COVID-19. La educación socioemocional se propone como una solución a largo plazo para prevenir y reducir estos problemas de salud mental. Davidson enfatiza la importancia de esta estrategia para reducir la prevalencia de la depresión.
El suicidio también es una preocupación creciente en México, con un aumento en las tasas de suicidio registradas en los últimos años. Labra señala que algunos estados, como la península de Yucatán, tienen tasas más altas de suicidio que el promedio nacional, aunque las razones detrás de esto aún no están claras.
Labra aboga por una mayor atención a la educación socioemocional, la cual considera un derecho según la Ley General de Educación mexicana. Destaca la importancia de preparar al profesorado para que sus acciones influyan positivamente en el bienestar emocional de los estudiantes.
En el contexto de las próximas elecciones en México, Labra hace un llamado al gobierno para que sostenga y priorice la educación socioemocional como parte integral del sistema educativo. Para ella, abordar la salud mental y emocional de la población, especialmente de niños y jóvenes, es un deber moral y social que no puede ser ignorado.