El turismo científico genera una derrama económica superior a los mil millones de pesos anuales en Morelos, principalmente en municipios como Cuernavaca, Emiliano Zapata, Jiutepec, Huitzilac, Temixco, Tepoztlán, Tlaltizapán y Xochitepec, reveló Jaime Arau Roffiel, director general del Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Morelos (CCyTEM).
En entrevista con Forbes México, el funcionario explicó que estudiantes de maestría y doctorado reciben poco más de mil millones de pesos al año en apoyos y becas, recursos que se traducen en gasto directo en vivienda, alimentación, entretenimiento y servicios, lo que detona la economía local. “Los alumnos de posgrado alquilan vivienda, pagan comida y entretenimiento, y contratan servicios para vivir en estos municipios”, detalló.
Arau Roffiel señaló que los centros de investigación instalados en Morelos cuentan con la capacidad para duplicar la matrícula y aceptación de estudiantes de posgrado, luego de que en años recientes se registró una disminución en el interés por este nivel educativo tanto en el estado como a nivel global. En este contexto, subrayó la necesidad de incrementar las becas de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, al asegurar que existen las condiciones académicas y científicas para atraer a más investigadores.
“El turismo científico en un estado como el nuestro es importante y único en México y América Latina”, afirmó. Destacó que Morelos concentra 42 centros de investigación y alrededor de 2 mil 500 investigadores, lo que representa cuatro veces la media nacional por cada 100 mil habitantes. “Si Morelos fuera un país, seríamos el que más publica artículos científicos en América Latina”, sostuvo.
El titular del CCyTEM indicó que el principal reto es lograr que la investigación y el conocimiento se traduzcan en soluciones concretas para el desarrollo del estado y el sector productivo. Como ejemplo, recordó que en 2025 el gobierno de Morelos lanzó una convocatoria para que científicos resolvieran seis problemáticas prioritarias.
Uno de los proyectos más relevantes es el combate al dengue, para el cual investigadores desarrollaron unas “perlitas” que se colocan en depósitos de agua en viviendas, escuelas y espacios públicos. La iniciativa ya se prueba de manera piloto en Puente de Ixtla, una de las zonas con mayor incidencia de esta enfermedad.
Además, se impulsa un modelo estatal de educación dual y STEM, orientado a atender la demanda de la industria; el desarrollo de una microplanta potabilizadora de agua en conjunto con el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, que ya se replica en otros municipios; y proyectos enfocados en el fenómeno migratorio, mediante censos y estrategias de apoyo a las familias.
A estas acciones se suma un proyecto de turismo ecológico, que contempla una plataforma digital para ordenar y fortalecer la oferta bajo una política incluyente y sostenible.
Finalmente, Arau Roffiel destacó que el respaldo del gobierno estatal ha sido clave para consolidar la agenda científica, al asignar presupuesto, impulsar decisiones estratégicas y dar voz a la ciencia dentro del gabinete ampliado. “Pudimos definir demandas y soluciones a problemas estatales desde la ciencia y la tecnología”, concluyó.