6 de November de 2025 New York

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Vendedores callejeros de CDMX temen ser desplazados por el Mundial 2026

Desde su pequeño puesto de ramen en la Ciudad de México, el japonés Satoru Hasuike observa con esperanza el próximo Mundial 2026, que promete atraer a miles de visitantes a la capital mexicana. Sin embargo, no todos los vendedores ambulantes comparten su optimismo: muchos viven con la angustia de ser desalojados de las zonas donde han trabajado durante años.

El Estadio Azteca, que será sede del partido inaugural de la Copa del Mundo —a celebrarse del 11 de junio al 19 de julio de 2026 en México, Estados Unidos y Canadá—, está rodeado por decenas de puestos improvisados de comida, bebidas y artículos deportivos. Sin embargo, las autoridades locales ya han advertido a los comerciantes que deberán abandonar el perímetro del estadio durante el evento, y que posiblemente no podrán regresar después.

La expectativa es nula”, confiesa Alejandra Zarazúa, vendedora de 55 años que ofrece gelatinas junto a su padre, un limpiabotas con más de dos décadas de trabajo en la zona. “Me preocupa saber de dónde voy a generar mi ingreso para sobrevivir”, lamenta.

La comida callejera es parte esencial de la vida capitalina y uno de los mayores atractivos para los turistas. De acuerdo con cifras oficiales, más de 1.5 millones de personas trabajan en la economía informal de la Ciudad de México, siendo el comercio ambulante uno de los pilares de subsistencia para miles de familias.

Mientras algunos temen el desalojo, otros, como Hasuike, buscan transformar el desafío en oportunidad. Su puesto de ramen, famoso en TikTok por fusionar sabores japoneses con ingredientes mexicanos, se ha vuelto un símbolo de creatividad urbana. “Quiero estar dentro del estadio, con un local, pero manteniendo el estilo callejero”, comenta, consciente de las dificultades que implica negociar con la FIFA para obtener permisos oficiales.

Las autoridades han propuesto reubicar a los vendedores en avenidas cercanas, aunque estas ya se encuentran saturadas de comercio informal, lo que amenaza con agravar la competencia y los conflictos por el espacio público.

El Mundial 2026 representa una oportunidad histórica para mostrar la diversidad y la riqueza cultural de México, pero también plantea un reto social y económico para quienes viven del día a día en las calles.

Entre la ilusión y la incertidumbre, los vendedores ambulantes del Estadio Azteca esperan respuestas claras sobre su futuro. Como dice Zarazúa, con voz entrecortada:

“El fútbol va a traer alegría… pero para nosotros, puede significar el fin de nuestro trabajo”.

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