Redacción
México.- A medida que México se prepara para las elecciones generales más grandes de su historia, el clima político se ve ensombrecido por una ola de violencia dirigida hacia los políticos locales. En las zonas donde los carteles de la droga tienen un fuerte control, los candidatos políticos se han convertido en blancos predilectos, generando temores de que los comicios de junio se conviertan en los más sangrientos en la historia reciente del país.
El coordinador del partido Movimiento Ciudadano en Guerrero, Julián López, recientemente experimentó de cerca la violencia desatada contra los políticos locales. Sobrevivió a un secuestro junto con dos de sus colaboradores, un evento que tuvo lugar en la madrugada del 7 de febrero mientras viajaban en su camioneta por una autopista en esa región. Después de ser golpeados y despojados de sus pertenencias, fueron abandonados en un terreno cercano a un basurero.
Sin embargo, no todos los políticos locales han tenido la misma suerte. En Michoacán, dos aspirantes a la alcaldía de Maravatío fueron asesinados por pistoleros en un lapso de pocas horas. Uno de ellos pertenecía al partido gobernante Morena, mientras que el otro era del partido conservador Acción Nacional (PAN). Esta serie de ataques violentos ha generado un clima de temor entre los candidatos y sus seguidores.
La situación se vuelve aún más alarmante al considerar que estos ataques se están multiplicando en comparación con años anteriores. Según registros de la asociación civil local Data Cívica, desde septiembre hasta el 10 de febrero se han reportado 30 agresiones a precandidatos e integrantes de partidos, la mayoría de ellos políticos locales. En enero pasado, se registraron ocho ataques a precandidatos, marcando un aumento significativo en comparación con años anteriores.
Los expertos advierten que esta violencia política-electoral es especialmente preocupante dado el número de cargos locales en disputa en las próximas elecciones generales. Se elegirán más de 19 mil autoridades locales en los comicios del 2 de junio, lo que podría exacerbar la violencia en un contexto ya tenso.
La situación de vulnerabilidad en la que se encuentran muchos políticos locales mexicanos ha sido objeto de estudio por parte de investigadores académicos. El politólogo Manuel Pérez Aguirre señala que el crimen organizado busca controlar el poder local y que la falta de seguridad y protección por parte de las autoridades potencia las posibilidades de que los políticos sean blanco fácil de estos grupos criminales.
A pesar de las alertas de los analistas y partidos políticos, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha descartado la posibilidad de una escalada de violencia política-electoral en los comicios de junio. Sin embargo, su decisión de ofrecer seguridad solo a los candidatos presidenciales y algunos otros cargos de alto perfil ha generado críticas y preocupaciones sobre la seguridad de los políticos locales.
En medio de esta situación, algunos dirigentes locales como Julián López se niegan a renunciar y están decididos a seguir adelante con su activismo político. Sin embargo, la escalada de violencia ha llevado a varios candidatos a tomar la difícil decisión de retirarse de la contienda electoral, lo que plantea serias dudas sobre la integridad y la legitimidad del proceso democrático en México.