Redacción
México.- El Gobierno de México anunció la nacionalización de Exportadora de Sal SA (ESSA) después de adquirir el 49% de participación perteneciente a la empresa Mitsubishi por 1,500 millones de pesos (aproximadamente 87.6 millones de dólares). Esta decisión refuerza la propiedad estatal sobre la empresa, que ya poseía el 51% de las acciones.
La transacción, financiada en un 75% por el Fideicomiso de Fomento Minero y en un 25% por el Servicio Geológico Mexicano, se enmarca en la campaña del presidente Andrés Manuel López Obrador para proteger los recursos nacionales y fortalecer la presencia del Estado en la economía. Su gobierno ha cuestionado el modelo ‘neoliberal’ de administraciones anteriores, que abrieron industrias nacionalizadas como el petróleo a la inversión privada.
ESSA, con sede en Guerrero Negro, Baja California Sur, es reconocida como la mayor productora de sal del mundo, compitiendo con países como Chile, y tiene una producción anual que supera los 8 millones de toneladas. La secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, aseguró que la propiedad estatal garantizará la estabilidad laboral de los trabajadores de ESSA y protegerá sus derechos laborales, afirmando que seguirán «trabajando de la mano por el futuro de México».
Buenrostro destacó la importancia estratégica de la sal como insumo en diversas industrias, como la farmacéutica, textil, química, petroquímica y construcción, subrayando su papel fundamental en la nueva política industrial del país.
La secretaria hizo hincapié en que ESSA no es simplemente una empresa, sino también una comunidad, y se comprometió a gestionarla de manera honesta y responsable para impulsar la economía local en beneficio de la población de Guerrero Negro y municipios circundantes, promoviendo un crecimiento económico sostenible y equitativo.