Redacción
México.- En un reciente informe presentado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), se revela que poco más de la mitad de las cárceles estatales en México registran sobrepoblación de internos. De acuerdo con el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciara 2023, 133 de los 264 centros penitenciarios superan su capacidad máxima.
Las entidades más afectadas por esta situación son el Estado de México, con 18 prisiones sobrepobladas; Hidalgo y Puebla, con 10 cada una; y Chiapas y Guanajuato, con nueve cada una. A finales de 2023, la población total en las cárceles estatales ascendía a 211,054 reclusos, superando los 191,736 lugares disponibles.
La situación es especialmente crítica en el Estado de México, donde la sobrepoblación alcanza el 145%. Otras entidades con altos niveles de sobrepoblación incluyen Morelos, con 88%, y Durango, con 76%.
«La sobrepoblación sigue siendo una constante en diversos centros penitenciarios, lo que, aunado a las deficiencias de habitabilidad y estancias dignas, al hacinamiento, a una infraestructura deficiente, a la alimentación, al otorgamiento de servicios, insumos y satisfactores básicos, desencadenan una serie de inconformidades que pueden detonar en incidentes violentos, incluso, masivos», advierte la CNDH.
Además, el informe señala la falta de actuación diligente por parte de las autoridades penitenciarias para actualizar los expedientes legales de los reclusos, lo que impide la intervención de defensorías públicas y la solicitud de beneficios de liberación. También se destaca la política punitivista del país como un factor que contribuye a la persistencia de la sobrepoblación.
La evaluación global de la CNDH, que abarcó 142 centros penitenciarios estatales varoniles, 24 femeniles y 98 mixtos, también reveló problemas como la inadecuada clasificación de los internos, la insuficiencia de personal de seguridad y custodia, la falta de atención a adicciones y problemas de gobernabilidad. La calificación promedio más baja la obtuvo Tabasco, con un 4.27, mientras que Querétaro alcanzó la más alta con 8.61.
Diez entidades resultaron reprobadas en la evaluación: Aguascalientes, Baja California, Guerrero, Hidalgo, Nayarit, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, y Zacatecas. Además, se encontró que en el 83% de las cárceles existen deficientes condiciones materiales e higiene, y en el 56% deficiencias en los servicios de salud.
En 27 de los 264 centros supervisados, la CNDH identificó que los reclusos participan en actividades propias de la autoridad, lo cual añade otra capa de complejidad a la ya crítica situación penitenciaria en el país.