El Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SINVE) emitió un aviso epidemiológico luego de registrar un aumento significativo en los casos de viruela símica en México, donde ya se han confirmado 49 casos distribuidos en 11 estados de la república. Este incremento se suma a las preocupaciones globales tras el reciente brote en la región de África, lo que ha llevado a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a emitir una alerta epidemiológica.
Del primero de enero al 5 de agosto, en México se notificaron 212 casos sospechosos de viruela símica, de los cuales 49 fueron confirmados. La Ciudad de México lidera con 29 casos, seguida de Quintana Roo con 7, Jalisco con 3, Morelos y Puebla con 2 cada uno, mientras que los estados de México, Nuevo León, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala y Veracruz registraron un caso cada uno.
La viruela símica, también conocida como MPXV, tiene dos variantes: el Clado I (centroafricano) y el Clado II (de África Occidental). El período de incubación de la enfermedad oscila entre cinco y 21 días, y se desarrolla en dos fases clínicas. Durante el período prodrómico, que ocurre en los primeros cinco días, los pacientes experimentan fiebre, cefalea intensa, linfadenopatía, lumbalgia, mialgias y astenia. Posteriormente, en el período de erupción cutánea, entre uno y tres días después de la aparición de la fiebre, se desarrolla un exantema que comienza en la cara y se extiende al resto del cuerpo.
El diagnóstico de la enfermedad se realiza a través de una muestra PCR de hisopado o exudado en seco de las lesiones cutáneas. A día de hoy, no existe un tratamiento específico ni una vacuna disponible para prevenir la viruela símica.
El SINVE ha instado a la población a mantenerse alerta a los síntomas de la enfermedad, que incluyen múltiples lesiones cutáneas o mucosas, fiebre, mialgias, cefalea, linfadenopatías, astenia, artralgias y lumbalgia. La vigilancia es crucial, especialmente dado que la OMS ha advertido sobre la posibilidad de que la variante del Clado I, actualmente en circulación en África, se introduzca en las Américas, lo que podría complicar aún más la situación epidemiológica en la región.
Ante este escenario, las autoridades sanitarias mexicanas recomiendan medidas preventivas para evitar la propagación del virus, incluyendo la limitación del contacto físico directo con personas infectadas y la observación estricta de síntomas que pudieran indicar la presencia de la enfermedad.