El este de España vive momentos de angustia tras las devastadoras inundaciones que azotaron la región de Comunidad Valenciana y parte de Castilla-La Mancha, dejando al menos 63 personas muertas y varios desaparecidos. Las lluvias torrenciales convirtieron calles en ríos caudalosos que arrastraron vehículos y destruyeron infraestructuras, en lo que el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, calificó como una de las peores tragedias en años.
Las tormentas afectaron principalmente a Valencia, donde los servicios de emergencia confirmaron el deceso de 62 personas, mientras que en Castilla-La Mancha se registró otra víctima mortal en la ciudad de Cuenca. Equipos de rescate y policías, apoyados por helicópteros y botes de goma, trabajaron sin descanso para evacuar a personas atrapadas y rescatar a conductores refugiados en los techos de sus autos. Más de mil soldados de la Unidad Militar de Emergencias y equipos de rescate de otras regiones han sido desplegados para asistir en las zonas afectadas.
El alcalde de Utiel, Ricardo Gabaldón, describió el martes como “el peor día de su vida” al ver cómo el agua alcanzaba hasta tres metros en algunas calles, arrastrando coches y contenedores. En Letur, en Castilla-La Mancha, el alcalde Sergio Marín Sánchez informó que seis personas siguen desaparecidas.
Las consecuencias de las lluvias también afectaron al transporte: el servicio de tren de alta velocidad entre Valencia y Madrid quedó suspendido, y un tren con 300 personas a bordo descarriló cerca de Málaga, aunque sin heridos graves. Además, un inusual tornado y granizo perforaron ventanas y estructuras en varias localidades.
Las pérdidas materiales en localidades como Barrio de la Torre, en Valencia, son devastadoras. Christian Viena, dueño de un bar, comentó que “el barrio está destrozado… el barro llega casi a 30 centímetros, está todo para tirar”. Mientras los habitantes intentan salvar lo que pueden, las autoridades han advertido que el peligro no ha pasado, pues se esperan más lluvias hasta el jueves.
Este desastre se suma a un año de fenómenos climáticos extremos en España, que incluye sequías y temperaturas récord. Científicos sugieren que estos eventos pueden estar relacionados con el cambio climático, y Pedro Sánchez se ha comprometido a poner todos los medios necesarios para apoyar la recuperación de las zonas afectadas y atender a las familias de las víctimas.