En respuesta a los recientes brotes de sarampión y tosferina, el Gobierno de México informó este martes que se aplicaron más de 2.6 millones de vacunas durante la primera Semana Nacional de Vacunación 2025, superando ampliamente la meta original de 1.8 millones de dosis.
“El operativo concluyó exitosamente, con un cumplimiento del 142% respecto a la meta del sector”, declaró Ramiro López Elizalde, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, durante la conferencia de prensa matutina del presidente.
López Elizalde detalló que las 32 entidades federativas superaron el 100% de sus metas locales, resultado del trabajo coordinado entre el personal sanitario, las autoridades estatales y la comunidad.
La campaña contempló la aplicación gratuita de 14 vacunas incluidas en el esquema de vacunación universal, que protege contra más de 18 enfermedades prevenibles, como sarampión, tosferina, tuberculosis, poliomielitis, hepatitis B y difteria. Las dosis fueron administradas en unidades médicas, escuelas y espacios comunitarios a lo largo del país.
Brotes encendieron las alertas
La jornada nacional se llevó a cabo en medio de un repunte de enfermedades que habían sido controladas durante años. De acuerdo con el último boletín epidemiológico, México ha confirmado hasta el 26 de abril un total de 1,003 casos de sarampión, incluyendo una muerte, y 835 casos de tosferina, con 49 decesos.
La situación también se refleja a nivel continental. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) reportó un aumento significativo de casos de sarampión en América: 2,325 contagios en seis países, frente a los 215 registrados en el mismo periodo del año anterior, así como tres muertes.
En Estados Unidos, un brote en Texas ha infectado a más de 620 personas y causado la muerte de dos menores, en un contexto de creciente escepticismo hacia las vacunas.
Llamado a mantener la vacunación activa
López Elizalde subrayó que estos resultados muestran la capacidad de respuesta del sistema de salud mexicano, pero también recordó que la vacunación debe mantenerse como un esfuerzo permanente y colectivo.
“La vacunación es una herramienta fundamental para proteger la salud pública y evitar tragedias prevenibles. Estos brotes nos recuerdan que no debemos bajar la guardia”, concluyó.