El gobierno federal, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, en coordinación con la iniciativa privada, trabaja para integrar más productos al Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PCIC), con el objetivo de frenar el alza en los precios de alimentos básicos, particularmente en productos cárnicos como la carne de res, pollo y cerdo.
Así lo informó Francisco Cervantes Díaz, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), quien señaló que ante el actual contexto de desaceleración económica, el sector empresarial busca actuar con sensibilidad y responsabilidad social. “Si metemos más productos y más sectores, ayudará muchísimo a la población mexicana”, afirmó.
Desde el inicio del nuevo gobierno, la administración federal ha renovado su compromiso por mantener los precios estables de los alimentos más consumidos en el país. La semana pasada, el secretario de Agricultura, Julio Antonio Berdegué Sacristán, hizo un llamado a los productores de carne de res para topar el precio entre los 140 y 150 pesos por kilogramo.
Esta propuesta se suma al reciente Acuerdo Nacional Maíz-Tortilla, firmado en Palacio Nacional con diversos actores de la cadena productiva, entre ellos productores, harineros y tortilleros, a fin de evitar incrementos en el precio de este alimento fundamental en la dieta mexicana.
“La ligera alza en la inflación está relacionada principalmente con el precio del pollo, la carne de res y de cerdo”, explicó la presidenta Sheinbaum, quien aseguró que su gobierno trabaja en acuerdos voluntarios con los productores agropecuarios para estabilizar los precios sin afectar a las familias mexicanas.
También se analizan medidas como la reapertura de la frontera con Brasil para la importación de productos avícolas, tras la resolución del problema sanitario derivado de la gripe aviar. Esta acción, explicó la mandataria, podría contribuir a recuperar el equilibrio del mercado.
Cervantes Díaz reconoció que sumar a los productores de carne al PACIC no será fácil, ya que algunos sectores enfrentan márgenes reducidos. Sin embargo, expresó confianza en que se podrán alcanzar consensos responsables para proteger el poder adquisitivo de los consumidores.
El líder empresarial subrayó que el control de la inflación, junto con el incremento sostenido del salario mínimo, son prioridades compartidas entre el sector privado y el gobierno. “De nada sirve crecer el consumo si hay inflación. Se descompone la economía y se desequilibra. Por eso los pactos contra la inflación son fundamentales”, concluyó.