El fraude en Alimentación para el Bienestar ha generado gran preocupación. Una red de empresas simuló competencia para obtener contratos por casi dos mil millones de pesos con Diconsa, encargada de proveer alimentos a comunidades vulnerables. Este escándalo salió a la luz gracias a la investigación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), que descubrió vínculos entre cinco empresas, algunas creadas recientemente.
Una de las empresas, Konkistolo, usó la identidad robada de una mujer desempleada para firmar contratos por más de 256 millones de pesos. La mujer, visiblemente angustiada, aseguró desconocer su implicación en estos movimientos financieros.
Las otras empresas involucradas son Abastémade, Grupo Pelmu, Todólogos.com y Comercializadora FamilyDuck. Todas participaron en contrataciones de Diconsa entre 2022 y 2025, y se beneficiaron de asignaciones millonarias. La Auditoría Superior de la Federación detectó triangulaciones financieras y transferencias sospechosas que evidencian la simulación de competencia.
Los domicilios fiscales proporcionados por estas empresas resultaron ser falsos o inadecuados. Konkistolo y FamilyDuck, por ejemplo, dieron como dirección un despacho legal en la colonia Roma Norte, mientras que Todólogos.com y Grupo Pelmu reportaron ubicaciones que no corresponden a sus actividades.
Este fraude pone en jaque la integridad de los procesos de contratación pública y deja al descubierto las vulnerabilidades en el sistema, que afectan a las comunidades más necesitadas de México.