El dolor lumbar crónico, que afecta a más de 500 millones de personas en el mundo y es la principal causa de discapacidad según la Organización Mundial de la Salud (OMS), podría tener una nueva esperanza terapéutica: el cannabis medicinal.
Durante décadas, los tratamientos más usados —antiinflamatorios y opioides— han sido un arma de doble filo: si bien alivian temporalmente, también pueden causar daños en estómago o hígado, además de generar una fuerte dependencia. Ante este panorama, la comunidad científica ha acelerado la búsqueda de alternativas más seguras.
Un ensayo clínico fase 3, publicado en la revista Nature Medicine, evaluó el uso del extracto VER-01, con dosis controladas de 2,5 mg de THC, en más de 800 pacientes con dolor lumbar resistente a los fármacos convencionales. Los resultados fueron contundentes:
- Tras 12 semanas de tratamiento, los pacientes reportaron una reducción promedio de 1,9 puntos en la escala de dolor, frente a solo 0,6 en el grupo placebo.
- A los seis meses, la mejoría alcanzó 2,9 puntos adicionales, junto con avances en la calidad del sueño, movilidad y actividades cotidianas.
- Lo más relevante: no se registraron efectos secundarios graves ni dependencia. “No se observaron efectos euforizantes ni signos de adicción”, explicó el investigador principal, Matthias Karst, de la Facultad de Medicina de Hanóver.
Hasta ahora, los estudios a gran escala sobre cannabis medicinal para el dolor crónico eran escasos. Este ensayo no solo refuerza la evidencia, sino que marca un precedente en la validación de extractos estandarizados con dosis seguras, abriendo un nuevo capítulo en la medicina del dolor.
Sin embargo, los especialistas insisten en la necesidad de investigaciones a largo plazo antes de recomendar su uso generalizado. Mientras tanto, el debate sobre su regulación sigue dividiendo al mundo: algunos países han aprobado tratamientos con cannabis medicinal, mientras que otros mantienen fuertes restricciones legales pese al creciente respaldo científico.
El dolor lumbar crónico no distingue edad ni condición, y puede convertirse en una carga permanente. El estudio del extracto VER-01 sugiere que el cannabis medicinal podría ofrecer algo más que esperanza: una alternativa real, eficaz y con menor riesgo de dependencia.
La ciencia ya dio un paso decisivo; ahora la pregunta es si los sistemas de salud y las sociedades están listos para dar el siguiente.